En el año 1975, surge a la palestra musical venezolana, gracias a su talante y a su talento musical nuestro Maestro José Antonio Abreu, con su Obra: El SISTEMA NACIONAL DE ORQUESTAS JUVENILES E INFANTILES DE VENEZUELA, esta Obra es hoy admirada mundialmente, al punto que varios países están estudiando su implantación. Entre ellos, Francia, lo cual es muy significativo.
Fruto notable del Sistema ha sido, el hoy gran Maestro, Gustavo Dudamel, director de orquestas sinfónicas, quien paseándose por varios e importantes escenarios mundiales ha demostrado ser y estar entre los más aplaudidos directores de orquesta. Dudamel nació en Barquisimeto, la bien llamada cuna musical de Venezuela. Dicha ciudad es la capital del Estado Lara, en cuyos pueblos, hasta en los más pequeños, se aprecia la inclinación de los larenses por la música; detalle: los turistas visitantes del estado quedan gratamente sorprendidos al ver a los niños cargar, junto a sus morrales contentivos de material escolar, los instrumentos musicales de su preferencia. ¡Admirable!.
Hace pocos días, la Sinfónica Venezolana Simón Bolívar, de mano de su director, el Maestro Gustavo Dudamel, alcanzó un rotundo éxito: lugar, el Teatro La Scala de Milán, considerado el escenario de ópera más famoso a nivel universal. En París, recientemente, lo de Dudamel y su Sinfónica Simón Bolívar, fue apoteósico. Importantes premios y homenajes, tanto para él como para el maestro Abreu en la Ciudad Luz.
Variaciones de un mismo tema: En las cárceles venezolanas conocidas por peligrosas y muy violentas, aquellos reos o condenados que asisten a clases de apreciación musical, o instrumentación, en el mismo penal, parecieran recibir con ello un baño de paz, pues la disminución de su agresividad ante el resto de los reclusos es sumamente notable. Ahora que, la Defensora del Pueblo, admitió en su reciente viaje a España el aumento de la población penal en Venezuela, no dejan de ser importantes estas “pequeñas notas”.
Este blogger considera que es más fácil dar cabida de nuevo en la sociedad a un ser humano bañado de paz que a uno cuyos resentimientos se evidencien a flor de piel. Además, pienso que detrás de las rejas se origina una gran parte del problema que palpa la sociedad en la calle; ¿no lo creen así? Sírvase tomar nota, Sr. Defensor del Pueblo en Materia Penitenciaria.
Mientras tanto: ¡MÚSICA MAESTRO!
Fruto notable del Sistema ha sido, el hoy gran Maestro, Gustavo Dudamel, director de orquestas sinfónicas, quien paseándose por varios e importantes escenarios mundiales ha demostrado ser y estar entre los más aplaudidos directores de orquesta. Dudamel nació en Barquisimeto, la bien llamada cuna musical de Venezuela. Dicha ciudad es la capital del Estado Lara, en cuyos pueblos, hasta en los más pequeños, se aprecia la inclinación de los larenses por la música; detalle: los turistas visitantes del estado quedan gratamente sorprendidos al ver a los niños cargar, junto a sus morrales contentivos de material escolar, los instrumentos musicales de su preferencia. ¡Admirable!.
Hace pocos días, la Sinfónica Venezolana Simón Bolívar, de mano de su director, el Maestro Gustavo Dudamel, alcanzó un rotundo éxito: lugar, el Teatro La Scala de Milán, considerado el escenario de ópera más famoso a nivel universal. En París, recientemente, lo de Dudamel y su Sinfónica Simón Bolívar, fue apoteósico. Importantes premios y homenajes, tanto para él como para el maestro Abreu en la Ciudad Luz.
Variaciones de un mismo tema: En las cárceles venezolanas conocidas por peligrosas y muy violentas, aquellos reos o condenados que asisten a clases de apreciación musical, o instrumentación, en el mismo penal, parecieran recibir con ello un baño de paz, pues la disminución de su agresividad ante el resto de los reclusos es sumamente notable. Ahora que, la Defensora del Pueblo, admitió en su reciente viaje a España el aumento de la población penal en Venezuela, no dejan de ser importantes estas “pequeñas notas”.
Este blogger considera que es más fácil dar cabida de nuevo en la sociedad a un ser humano bañado de paz que a uno cuyos resentimientos se evidencien a flor de piel. Además, pienso que detrás de las rejas se origina una gran parte del problema que palpa la sociedad en la calle; ¿no lo creen así? Sírvase tomar nota, Sr. Defensor del Pueblo en Materia Penitenciaria.
Mientras tanto: ¡MÚSICA MAESTRO!
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