sábado, 23 de mayo de 2015

Las claves para manejar la seguridad de tu condominio

Por Alberto Ray - El Nacional - 21/05/2015
Si tuviera que listar el número de consultas que me hacen sobre seguridad, no me queda duda que la primera tiene que ver con los condominios. De hecho, revisando mis notas me extraña no haber abordado el tema anteriormente. Nunca es tarde sin embargo, cuando de prevenir se trata.
Las preguntas y dudas son proporcionales al incremento de los incidentes que casi a diario me llegan por distintas vías. Bandas de delincuentes que toman edificios enteros, secuestros en las entradas de los garajes, robos y hurtos en los apartamentos, y vehículos desvalijados en los estacionamientos son una corta pero contundente relación de problemas que afectan al ciudadano, justo en el sitio más sagrado que es su hogar. 
En primer lugar, la seguridad en un condominio depende de cuatro elementos que son sus bases: Normas, Recursos Humanos, Infraestructura y Tecnología.  No es posible alcanzar niveles aceptables de tranquilidad y paz si estas cuatro piezas no están presentes y combinadas en sus justas proporciones. A estas se le agregan otros tres factores igualmente indispensables: la supervisión, la cultura de prevención de los residentes y las relaciones con el entorno.

Normas: son las reglas que establecen el “Deber Ser”. Es un contrato social de convivencia entre los residentes. Deben ser aceptadas, practicadas y vigiladas por todos en la comunidad. Cada condominio puede contar con al menos tres normas de seguridad indispensables; control de acceso, operaciones de seguridad y regulación de espacios de uso común. Deben estar escritas en un lenguaje sencillo para facilitar su entendimiento. Es responsabilidad de la administración del edificio dar a conocer estas reglas. Usualmente, a las normas de seguridad se le suman las cláusulas de convivencia. Este cuerpo de disposiciones dan la base para separar lo correcto de lo incorrecto, por lo que no deben obviarse las recompensas y sanciones. Con la aprobación de la comunidad,  es conveniente nombrar un grupo de responsables de la seguridad quienes tendrán la potestad y obligación de administrar con justicia este micro sistema de convivencia y protección.
Recursos humanos de seguridad:  todo condominio requiere personas involucradas directamente con las funciones de seguridad. Ya sean guardias contratados, conserjes, porteros o residentes que se desempeñen como supervisores en el cumplimiento de las normas. El guardia de seguridad debe tener por escrito y conocer al detalles las responsabilidades de su cargo. Mientras más tareas vinculadas con la protección del inmueble y sus residentes tenga, mejor. El ocio es amigo de la distracción. No permita que el personal de protección tome decisiones basadas en su criterio. En un condominio los criterios de seguridad pertenecen a los residentes organizados en Junta. Son estos quienes deciden los límites de la vigilancia. Un guardia de seguridad debe ser amable en su trato y firme en su proceder, por lo que debe empoderársele dentro de los parámetros de la norma. Precisamente, la norma de Operaciones de Seguridad sirve para establecer su escenario de acción y sus formas de proceder.
Infraestructura: es el conjunto de bienes inmuebles en los que se desarrollan las actividades del condominio, tanto en sus espacios públicos como en áreas más restringidas. En la infraestructura se encuentran todas las construcciones destinadas específicamente a la seguridad (cercas, muros, centros de control, puestos de vigilancia, etc.). Buena parte de las vulnerabilidades de un condominio están en este importante aspecto. Un componente de primer orden dentro de la infraestructura son los acceso peatonales y vehiculares. Ellos requieren especial atención, pues allí deben confluir todos los elementos de la seguridad. La infraestructura de seguridad representa un reto adicional para los arquitectos al momento de diseñar barreras y accesos seguros pero con alto sentido funcional y estético.
Tecnología: son los sistemas y equipos que se emplean como herramientas para brindar protección a las personas y la infraestructura. Es una tendencia en instalaciones de gran tamaño, centralizar el control tecnológico en centros de comando para la seguridad. En ellos, se monitorean y administran los sistemas o plataformas de manera eficiente y con sentido integral. Contar con recursos humanos bien capacitados es clave para la correcta operación de la tecnología. Recuerde que la tecnología no sustituye otros recursos, solo los complementa de una manera más efectiva. En esta categoría entran las cámaras de seguridad, las llaves y cerraduras, los cercos eléctricos, los botones de emergencia, las alarmas, etc.
La integración de normas, recursos humanos, infraestructura y tecnología conforman un bloque de seguridad, que bien diseñado y operado genera resultados positivos y de gran valor para el condominio.
A esta estructura básica y clave de seguridad se agregan en un segundo nivel, la supervisión, la cultura de prevención y las relaciones con el entorno. Se puede decir que la combinación y articulación de estos tres elementos constituyen el “software” de la seguridad, porque están vinculados con el comportamiento humano, que en definitiva puede ser la pieza más frágil al momento de proteger al edificio y sus habitantes.
Supervisión: es la garantía que la seguridad opere según las normas y bajo los parámetros que representen la tranquilidad de los residentes del condominio. No existe seguridad sin la supervisión de sus procesos. Constatar que la vigilancia cumple con los procedimientos establecidos, que la gente respete las normas de convivencia y que la tecnología opere correctamente forma parte del poder de la supervisión. Los vecinos organizados son los llamados a supervisar y controlar que todo se mantenga dentro de la normalidad.
Cultura de prevención: constituye el conjunto de hábitos seguros de la comunidad. Esta cultura no es espontánea, por lo que requiere la práctica y ejercicio permanente de las normas. Es un proceso de construcción mutuo de confianza entre los residentes. Una puerta que a algún vecino se le olvidó cerrar, deja vulnerables a todos en el edificio. La formación de cultura implica tener siempre presente mensajes claves de prevención, por lo que una comunicación fluida y continua entre los residentes facilita y mantiene el ambiente de tranquilidad que la gente demanda. Si usted es responsable de la seguridad de su condominio invite expertos a hablar sobre el tema, publique información de prevención y protección en las carteleras y coloque mensajes positivos que recuerden a la gente el valor de estar seguros .El objetivo aquí es mantener el lado positivo de la seguridad "top ofmind" de la comunidad. 
Relaciones con el entorno: no pretenda aislarse o evadir la realidad que lo circunda. La principal vulnerabilidad de un condominio es la inconsciencia de sus residentes. La paranoia de la inseguridad la produce la incertidumbre, no el conocimiento. Cuando se establece una relación de cercanía y confianza con otros condominios de la zona, con las policías y con otros involucrados aledaños, se teje una poderosa red que permite compartir experiencias, trasmitir información y nutrirse de buenas prácticas de seguridad.  
La seguridad exige un rol activo de sus actores, no espere que las soluciones lleguen a su casa; por el contrario, de no actuar proactivamente y con prontitud,  es probable que la próxima vez que toquen a su puerta se trate de delincuentes con muy malas intenciones.
@seguritips

domingo, 10 de mayo de 2015

Deterioro del bolívar + inflación = Pobreza

Por Guillermo García N.- El Universal - 10/05/2015. 

En materia cambiaria, Venezuela ha experimentado una amplia gama de políticas, buscando corregir las presiones al alza en el precio del dólar. Luego de la maxidevaluación de 1983 (Viernes Negro), tras varios años de fuga de capitales y de un tipo de cambio fijo, se establece un régimen en el que coexistían tres tipos de cambio: dos de ellos para importaciones prioritarias y pagos de deuda y un tercero libre, lo que introdujo una serie de distorsiones en el mercado cambiario.

El régimen de crawling peg, que fuera adoptado en octubre de 1992 con el fin de frenar la tendencia especulativa que había generado la liberación cambiaria de 1989 en un clima de fuertes presiones inflacionarias y expectativas de devaluación y que consistía en pequeños ajustes (entre 10 y 15 céntimos diarios) sucesivas anunciadas en función del diferencial inflacionario, fue sustituido el 29 de abril de 1994 por un esquema de subastas que entró en operación el 4 de mayo, partiendo con un TC de 118,2 bolívares por dólar.

El nuevo esquema, también de subasta, permitía que el precio del mercado paralelo fuese el marcador para la cotización de divisas, sobreviniendo una rápida y acentuada devaluación del TC, que llevó el precio de la divisa más allá de los 200 bolívares por dólar. Ante estas circunstancias el gobierno, luego de intentar intervenir en el mercado expandiendo la oferta de dólares con lo que logró reducir el precio del dólar a 180 bolívares, se vio obligado a establecer de facto un control de cambios y fijar el TC en 170 bolívares, circunstancia que se mantuvo hasta diciembre de 1995 cuando el bolívar fue objeto de una nueva devaluación, esta vez a 290 Bs./$. En 1996, se deja al tipo de cambio fluctuar dentro de una banda, alcanzando ese mismo año el techo de la misma y manteniéndose esta presión alcista hasta 2015.

Como vemos los controles de cambio han llevado que el valor intrínseco del bolívar se haya pulverizado, generando cada día mayor presión sobre la tasa de tipo de cambio y en la desconfianza del bolívar como moneda de reserva, ahorro y patrimonio, lo que genera a su vez mayor presión sobre la moneda, creando un círculo vicioso de mayor devaluación y mayor inflación y perdida de la confianza. Resultado: empobrecimiento brutal de la población más vulnerable, reducción del poder de compra del salario, inflación galopante y desmejora de la calidad de vida de las mayorías.

¿Cuáles han sido las consecuencias de estas malas políticas?
¡Pobreza! El incremento de la pobreza en los últimos años es consecuencia, entre otros factores:
• Brutal devaluación del bolívar, pasando de 1,9 bolívares por dólar en  2003 a 275,00 bolívares por dólar actualmente (devaluación de 13.859%).
• La brecha cambiaria entre el dólar oficial, a 6,30 bolívares, (absurdo) y el tipo de cambio paralelo de 275 bolívares por dólar (absurdo) pasa de 4.000% de diferencia. Arbitraje fenomenal que crea corrupción y sobrefacturación.
• Del aumento generalizado y continuo de los precios de los bienes y servicios, el proceso inflacionario incide en la pérdida del poder adquisitivo del salario real, y en la capacidad de compra del ingreso, en especial en los componentes de la canasta básica, repercutiendo en los más pobres. Ya la economía venezolana se encuentra con una inflación de tres dígitos. El indicador subyacente (oculta en los subsidios a los alimentos y el control de precios) alcanza 176%.

Salario mínimo en términos de US$
Con el nuevo aumento del 30% equivalente a Bs. 1.686,72 el sueldo mínimo pasa de Bs. 5.622,48 a Bs. 7.309,20. Si lo calculamos al precio del mercado paralelo Bs.275 por dólar, el sueldo mínimo en Venezuela es de US$ 26,57. Es bueno resaltar que el salario mínimo en Cuba es de US$ 19,00 dólares y en Ecuador el salario mínimo es de US$ 354,00 más otros complementos.

Dolarizar en Venezuela una alternativa
La dolarización plena en Venezuela para lograr definitivamente un quiebre total de las expectativas de devaluaciones futuras del bolívar, eliminar la desconfianza y abatir la inflación a un dígito en el mediano plazo, mejorando la calidad de vida de los venezolanos.

Beneficios
Estabilización y reducción de la inflación a niveles internacionales de un dígito
Bajas tasas de interés y con ello mayor acceso a los capitales.
Eliminación de riesgo de emitir dinero sin respaldo lo que provocaba altos índices inflacionarios.
Se descarta cualquier influencia política en el manejo monetario y fiscal del país.
Credibilidad en el esquema monetario y en consecuencia atracción de capitales extranjeros (inversión directa).
Mayor integración a mercados internacionales, de capitales y valores atrayendo inversión foránea de portafolio
La dolarización, no es la fórmula mágica para resolver los problemas económicos del país, pero logrará, a corto plazo, una estabilidad monetaria que incluye una reducción drástica de la inflación a nivel de un dígito, tasas de interés bajas, y de la incertidumbre para invertir.

Asesor Financiero
Candidato AMDP Harvard University


Exportando revoluciones

Por José Vicente Rodríguez Arnal - El Universal - 10/05/2015
En Venezuela el PIB decreció 3% siendo el único país de la región con crecimiento negativo.

Fidel Castro en los años sesenta trató de exportar su revolución comunista a varios países de América Latina, no solo con penetración ideológica sino también dando apoyo logístico y humano a los movimientos guerrilleros que pretendían derrocar a gobiernos legítimamente constituidos, en especial a los venezolanos. Su intento fracasó. Tan solo en Chile, en el gobierno de Salvador Allende, hubo un intento de aplicar las tesis de la revolución cubana, si bien su programa socialista ya había sido propuesto al electorado chileno muchos años antes de la aparición de Fidel Castro en la escena política latinoamericana.

Hugo Chávez después de su asunción a la presidencia de Venezuela en el año 1999, también propició la exportación de la "revolución bolivariana" con el Socialismo del Siglo XXI. Varios países latinoamericanos se identificaron de inmediato con su prédica antiimperialista, populista y socialista. Sus gobernantes no escatimaron elogios a Chávez, mostrando reiteradamente sus simpatías y solidaridad con el chavismo. Entre ellos destacan por su tenacidad los de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay, que disfrutaron de un afecto y apoyo muy especial por parte de Chávez.

El intento de Venezuela de inculcar en la región la ideología del Socialismo del Siglo XXI estuvo apoyado no solo con aportes de ingentes recursos financieros sino también con acuerdos para comprarles sus productos, con lo cual se ha favorecido a sus gobiernos, a sus empresarios y a sus trabajadores, sin ninguna contraprestación económica para nuestro país; por el contrario, nuestras importaciones de productos alimenticios ha sido en detrimento de nuestra producción nacional. Sin embargo, la aparente identificación ideológica con la revolución bolivariana parece haber sido solo de carácter retórico pues ninguno de ellos ha aplicado en sus respectivos países el modelo del Socialismo del Siglo XXI. Así observamos que Ecuador tiene su economía dolarizada, siendo el dólar la moneda de curso legal con billetes emitidos por Estados Unidos; Cuba, por su parte, vive un proceso de apertura económica para liberalizar su economía y atraer capitales extranjeros. 

Son evidentes las grandes diferencias que existen entre los exitosos resultados de las políticas económicas en esos cinco países con los obtenidos en Venezuela. Como ejemplo veamos dos indicadores correspondientes al año 2014. El Producto Interno Bruto creció en Bolivia 5,2%, en Cuba 1,1%, en Ecuador 4%, en Nicaragua 4,5% y en Uruguay 3,5%, mientras que en Venezuela decreció 3% siendo el único país en la región con crecimiento negativo. La tasa de inflación en esos cinco países osciló entre un mínimo de 5% y un máximo de 8%. En Venezuela fue de 68,5%, siendo significativo el hecho de que la inflación en alimentos sobrepasó el 100% a pesar de que buena parte de esos productos tienen precios regulados.

En consecuencia, el gobierno venezolano debería evaluar la forma como se ha conducido la economía en esos países que tan buenos resultados les ha dado, ver sus experiencias, oír sus consejos y tomar las medidas necesarias para cambiar el de rumbo de nuestra economía.