martes, 13 de octubre de 2009

MENSAJEROS DEL MIEDO

!Despierta y Reacciona!
Hace pocos días, cuando me dirigía muy temprano, hacia la cancha en la cual practico mis ejercicios indicados por mi cardiólogo [hace varios meses fui sometido a una cirugía cardiovascular] fui víctima de un atraco.
Sitio: Calle Yare, Urbanización Macaracuay, Caracas.
Detalles: Un carro viejo, pequeño y de color oscuro, el color no lo preciso, pues mi daltonismo me dificulta la distinción de los colores, se detuvo cerca de mi en sentido contrario a la dirección que yo llevaba, al fijarme en el vehículo conté que eran cuatro sujetos sus ocupantes; dos de ellos se bajaron y corrieron hacia mi; en ese momento, y en fracciones de segundos, no se porque, vinieron a mi mente y a mi cuerpo, un desfile de imágenes y efectos relacionados con los momentos que viví no hace mucho tiempo en el quirófano: Las luces dirigidas a la mesa de operaciones que iluminaban todo y los médicos y asistentes con sus mascarillas que casi ocultaban sus rostros; en mi piel, sentí el frío intenso propio de esas salas; no tuve tiempo de hacer lo mismo que hice en aquellos momentos antes de la operación: REZAR, porque el grito del delincuente que venía más adelantado, me trajo de nuevo al mundo real: «Viejo, quieto ahí, dame la cartera, no tengo cartera le respondí, dame lo que tengas y rápido». Se conformó con lo que pude sacar, temblorosamente, de mi bolsillo: Tan solo veintidós bolívares.
¿Por qué se conformó? ¿Por que no se me olvida su rostro de aspecto normal?
No parecía un vagabundo cualquiera.
Este blogger, al comentar lo ocurrido, con familiares y amigos, está convencido de que se ha convertido, sin proponérselo, en un MENSAJERO DEL MIEDO. El mismo miedo con el cual nos están tratando de paralizar, de impedirnos poner en práctica el mensaje de Juan Pablo II: Despierta y Reacciona. [Visita a Venezuela Feb 1996].

Amable lector, agréguele a lo anterior sus propias conclusiones.

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