La boda, recientemente celebrada, de mi adorada y admirada nieta, Ana María, con el caballero Daniel Martins, ha traido a nuestras familias inmensa felicidad. La celebración de este maravilloso enlace fue algo espectacular; la novia, creadora misma de sus bellos atuendos; el novio, apoyándola en todo lo concerniente a los actos que se requieren para llegar a feliz término y cumplir con lo que se espera familiar y socialmente. Ellos fueron correspondidos con las felicitaciones y las muestras de aprecio de quienes asistimos a tan bello acontecimiento.
Este blogger gozó de lo lindo: bailó, degustó exquisitos platos y algunas espirituosas.
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