Foro CERPE
Contrasta en la sociedad venezolana la incoherencia
entre las necesidades educativas y la respuesta efectiva a las mismas.
Reconocemos la importancia de que todos los niños y jóvenes, desde el
maternal hasta coronar el nivel medio diversificado, estén en una
escuela de calidad; no habrá venezolano en desacuerdo con la declaración
constitucional de escolaridad obligatoria durante una docena de años,
que le pone al Estado la obligación de exigirla y financiarla. Lo que
sorprende y contrasta es que luego dormimos tranquilos junto a una
realidad educativa donde millones de jóvenes están fuera de la escuela y
la "educación integral de calidad permanente, en igualdad de
condiciones y oportunidades" (Constitución, artículo 103) es negada a
más de la mitad de esos jóvenes y niños.
Este divorcio entre lo que afirmamos desear y lo que efectivamente
hacemos como nación tiene graves consecuencias personales, ciudadanas y
productivas que atornillan a Venezuela en su lamentable situación de
país pobre condenado a comerse los mangos que caen del árbol petrolero.
La verdadera riqueza del país es su gente, la verdadera democracia está
en nuestra calidad ciudadana, y la riqueza productiva del país requiere
como pieza clave que todos los jóvenes tengan al menos doce años de
escolaridad, que potencie su dignidad y capacidad como productores del
siglo XXI.
Golpeados por esta paradoja y deseosos de contribuir a transformar la
muy deficitaria educación en Venezuela (sobre todo en el 60% más pobre),
un grupo muy diverso de venezolanos nos reunimos hace un año con el
propósito de estudiar unas propuestas realistas y ambiciosas al mismo
tiempo. Así nació el FORO CERPE (Centro de Reflexión y Planificación
Educativa). No sabíamos si íbamos a ser capaces de hacerlo, pero nuestro
deseo era firme. Algunos no nos conocíamos, nuestra experiencia
profesional era diversa y también nuestros acentos políticos. Éramos 16
al comienzo y hemos terminado trabajando 30. Han sido catorce sesiones
de trabajo, cada una de cuatro horas. No era posible invitar a todos los
que tienen preocupación, ideas y experiencia educativa. Nos parecía que
lo importante era constituir un núcleo inicial que pudiera reunirse y
trabajar con flexibilidad. Sobre todo que fuera abierto a la realidad y
abierto a los aportes de otros, no importa de dónde viniesen. Pues bien,
un año después nadie de la reunión inicial se ha retirado y, de manera
natural, se han sumado otras personas muy cualificadas cuyo aporte nos
parece necesario.
Queríamos que el trabajo fuera colectivo, es decir, que la propuesta
final escrita al cabo de un año de verdad fuera de "nosotros", como
colectivo. Además queríamos que también centenares de miles de
educadores y millones de padres vieran reflejadas sus inquietudes y
plasmadas sus esperanzas en propuestas audaces y factibles al mismo
tiempo. Que dentro de una década el mundo pueda mirar y admirar a
Venezuela porque hizo en educación un milagro del tamaño del "Sistema
Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles" y que figure entre los
países como Finlandia y Singapur a los que hay que mirar para aprender
qué significa una EDUCACIÓN PARA TRANSFORMAR EL PAÍS.
Efectivamente, no se trata sólo de mejorar la escuela, sino de
transformar el país con la palanca de un buen sistema educativo. Que la
educación deje de ser un problema y se convierta en una de las claves de
solución. Por eso no nos interesaba escribir un libro sólo
académicamente correcto para académicos, ni quedarnos en detallar los
diagnósticos de nuestro fracaso escolar para con ellos engrosar el ya
numeroso coro de plañideras que lloran a una educación que para más de
medio país (lo sepan ellos o no) es sencillamente lamentable y de
tercera o cuarta categoría en el competido panorama mundial.
Queríamos unas propuestas en positivo, prácticas, ejecutables y
retadoras, capaces de convocar en círculos de entusiasmo expansivo a
todo el país, no importa el color político ni el sector social.
Propuestas que pongan en movimiento nuestras mejores energías y
creatividades y conviertan la educación en verdadera prioridad en la
siembra de los recursos financieros del país y hagan de la vocación
educadora, y de la carrera docente, la prioridad de la juventud
venezolana: dedicar la vida a transformarnos como personas, como
ciudadanos y como productores-emprendedores. Hoy, la violencia y la
delincuencia desbordadas con decenas de miles de asesinatos al año, nos
hacen pedir a gritos una educación en valores que transformen. La misma
llamada a la educación surge como clamor al buscar una ciudadanía
solidaria y responsable para construir la república y elevar la
productividad de nuestra economía, para no quedar en el mundo como
productores fracasados con empresas cerradas y con una economía de
puertos por nuestra falta de calidad y productividad.
Estas eran algunas de nuestras inquietudes. Escogimos una decena de
temas educativos nodales y le pedimos a trece de nosotros un papel
inicial de trabajo que recibió un primer comentario escrito de otro
participante. Luego, en sucesivas sesiones, el grupo fue discutiendo los
temas a partir de ambos documentos. Posteriormente, cada autor
reelaboraría el tema, recogiendo las observaciones recibidas y los
aportes de la discusión, aunque manteniendo su responsabilidad personal
por su escrito.
Todavía con eso no teníamos un texto propositivo coherente; faltaba
preparar todo el material (diverso) para lograr unas propuestas más
integradas. Reducir, quitar las repeticiones, conectar las partes,
completar vacíos, darle coherencia... ha sido el trabajo de Leonardo
Carvajal y Fifi Pantin. Solicitamos también a Carvajal la SÍNTESIS de
nuestros enfoques complementarios y no monocordes y de las propuestas
principales, la cual se presenta a continuación.
Confieso que en todo este proceso me ha admirado la flexibilidad y la
humildad de los autores para someterse a esta disciplina con
correcciones, indispensable para que este libro sea de todos nosotros y a
su vez una invitación abierta a nuevos aportes e ideas. Al entregarlo a
la luz pública pedimos a todos una sola cosa: que siempre prevalezca la
obsesión de que lo propuesto sea para ponerlo en práctica hoy y aquí,
partiendo de las escuelas más pobres y deficientes.
Gracias a los que lo han hecho posible y sobre todo gracias a los que
con sus reacciones, discusiones y propuestas lo van a convertir en un
instrumento educativo para transformar el país transformando la
educación.
Luis Ugalde s.j.
Coordinador del FORO CERPE