Al Presidente Chávez se le ha preparado un punto de cuenta con una macrodevaluación.
La última estrategia del Gobierno para tratar de cambiar las tendencias
electorales consiste en develar un documento "de buena fuente", según el
cual la oposición prepara un "paquete de ajuste neoliberal" que
"provocarían aquí un nuevo 27 de febrero de 1989". El último venía
firmado por David De Lima, exgobernador venido a menos con el amado
líder hace ya unos años, que viene regresando de los tiempos venideros
sobre la misma alfombra roja de Didalco Bolívar. Una vez más huye hacia
delante, acusando a la oposición de preparar las medidas que ellos se
verían obligados a tomar en 2013.
¿Cuál es la situación actual? A grandes rasgos la
irresponsabilidad del Gobierno, el tesoro público puesto al servicio del
candidato oficial, ha montado tres grandes bombas. La primera está en
el área cambiaria. La política de traspasos indiscriminados desde el BCV
y Pdvsa a Fonden (95.550 millones de dólares) redujo las reservas a su
mínima expresión, dejando a los bolívares fuertes en el aire: La razón
de liquidez a reservas supera ya los 21 bolívares por dólar. La segunda
está en el área fiscal: Según los estimados oficiales, este año cerrará
con un déficit de 16%-18% del PIB. Esta cifra será financiada por una
combinación de deuda interna (pérdidas en el valor de nuestros ahorros) y
deuda externa. Desde 2006 hasta acá la deuda pública externa se ha
multiplicado por seis, mientras la deuda interna ha crecido 505% desde
2008 (la inflación acumulada en el período es de 115%). Esto, junto con
la baja tasa de crecimiento, ha llevado el endeudamiento público a sus
límites. Por último, el Gobierno sigue utilizando los controles de
precios para luchar contra la inflación, lo que ha provocado rezagos
importantes de precios y una significativa escasez.
Para desarmar esta tríada de bombas: ¿Cuál es la estrategia del
Gobierno? ¿Cuál es su paquete de medidas? El Presidente se abstiene de
hablar del tema, pero ya sabemos que se le ha preparado un punto de
cuenta con una macrodevaluación. No les queda otra. La oposición, por el
contrario, tendría un abanico de políticas mucho más amplio para atacar
esos problemas y resolverlos sin necesidad de una estrategia de shock.
Tiene la posibilidad de introducir un cambio en las expectativas que,
junto con la reinstauración de la propiedad privada, provocará una
reacción de la inversión privada. Puede expandir la producción
petrolera, materializando así la promesa que el Gobierno viene haciendo
desde 2005. Puede aprovechar el momento para convocar un programa de
conversión de deuda en inversión. Puede inscribir estas estrategias
dentro de un programa de endeudamiento que nos ayude a desmontar los
desequilibrios de forma gradual, mientras esa deuda se diluye como
porcentaje de nuestro ingreso por la vía del crecimiento económico.
Puede sentarse a negociar con el sector privado las condiciones que le
permitan expandir la capacidad de producción y el empleo, rompiendo así
el dilema escasez-inflación en el que seguimos atrapados. Y ese es el
plan. A pesar de las asimetrías, estamos muchísimo mejor preparados que
el Gobierno para desmontar esas tres bombas sin causar un shock en los
sectores de menores ingresos. En resumen: Sí puede. Los demás no, ya es
tarde para reinventarse.
Miguel Ángel Santos ~ El Universal ~ 7/9/2012
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