El impacto ambiental de la refinación de petróleo es diverso y es
resultado, principalmente, de emisiones gaseosas, descargas de
efluentes, desechos sólidos, ruido, olor y otros efectos nocivos. Las
emisiones de sustancias a la atmósfera constituyen las causas más
significativas de los impactos ambientales de las refinerías.
El
aire recibe esas partículas y gases de hidrocarburos, monóxido de
carbono, óxidos de azufre y de nitrógeno, provenientes de las
refinerías. Junto con otros factores, esas sustancias afectan la salud de las personas y la calidad del ambiente.
Nunca se debe permitir que se asienten núcleos poblacionales alrededor de los centros de refinación.
De manera que los jefes de Pdvsa son susceptibles de ser acusados civil
y penalmente por haber abandonado sus responsabilidades y permitir
barrios y establecimientos en zonas de peligro.
Si fueran
juzgados por un gobierno serio, ya tendrían un expediente abierto y se
les habría retirado de sus cargos por haber demostrado impericia en las
instalaciones bajo su mando. Lo menos que les sale es homicidio culposo.
Igual
ocurre con los guardias nacionales que residían en las inmediaciones de
los tanques que estallaron. ¿Por qué no se les instaló en un lugar más
seguro? ¿Por qué no se tomó en cuenta la valiosa labor de la GN para
garantizar la inviolabilidad de las instalaciones de la refinería?
¿Acaso no eran venezolanos? El Gobierno sólo se acuerda de la Guardia
Nacional cuando necesita reprimir a la ciudadanía. De ese cuartelito de
Amuay salieron, en 2003, los que violentamente desalojaron de sus
viviendas, con bombas lacrimógenas, a los trabajadores de Pdvsa que
fueron botados por Alí Rodríguez.
Pero quienes murieron este fin de semana fueron jóvenes de la GN recién formados, que convivían en armonía con la comunidad. Estaban
cumpliendo con su deber pero, lastimosamente, el presidente de Pdvsa y
su jefe máximo no cumplieron con el deber de asegurarles la protección
necesaria: fueron abandonados a su suerte. El riesgo de que ocurriera un
accidente era alto y nadie hizo nada por impedirlo.
De las refinerías emanan gases que afectan grandes áreas. Pero
el presidente Chávez se lo tomó a chanza y se burló por televisión de
la gente humilde que hizo la denuncia. También negó, entre risas, que
hubieran ocurrido saqueos, cuando un video lo demostraba.
Las
instalaciones de las refinerías requieren previsión y controles,
mantenimiento permanente y alto desempeño profesional y técnico de
quienes la manejan. Eficiencia, responsabilidad y disciplina.
Todo ello basado en conocimientos y competencias del personal que
dirige, gerencia y toma decisiones.
Los militares rojitos
y sus cómplices civiles son unos ignorantes incapaces de manejar
cuestiones tan complejas. De manera que sobre sus conciencias caerá
siempre la muerte de 42 ciudadanos.
Editorial de El Nacional ~ 29/08/2012
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