ANGEL GARCÍA BANCHS
| EL UNIVERSAL
lunes 17 de marzo de 2014
Tal y como pronosticamos,
intentarían meter la libreta de racionamiento (el comunismo). De hecho,
ese habría de ser el desenlace final del conflicto nacional, intentarlo y
fracasar, para dar paso al cambio político: la transición hacia la
recuperación de la institucionalidad, la economía de mercado y la forma
de gobierno civil (i.e. la República). Hace pocos días las autoridades
anunciaron la Tarjeta de Abastecimiento Seguro para la red de
establecimientos comerciales del Estado, Mercal, Pdval y abastos
Bicentenario; un intento para implantar la libreta de racionamiento, el
mecanismo a través del cual, definitivamente, pretenden arrodillar al
ciudadano, y hacerlo renunciar a sus principios, valores e
instituciones, así como a la participación en la política para poder
subsistir.
Jorge Giordani habría estado en lo correcto, y en todo
momento habría sido sincero, cuando decía: "estamos construyendo el
socialismo sobre la base de la escasez"; es que, no hay comunismo, sin
libreta de racionamiento; y libreta de racionamiento, sin escasez. Pero,
la escasez per se no basta; claramente, la experiencia histórica
demuestra que, además de escasez desbordada, implantar la libreta
requiere fusilamientos públicos, exactamente como ocurrió en la España
de Franco, la Rusia de Stalin o la Cuba de Fidel. El error
Giordani-Dietrich habría sido pensar que tal cosa como introducir poco a
poco la libreta de racionamiento (o lo que llamaron el socialismo del
siglo XXI) era posible en la práctica; la verdad, a la dupla
Giordani-Dietrich le faltó lo fundamental: el fusilamiento público de
miles y miles de venezolanos, durante y después de su introducción.
Como
tal cosa no podrá ocurrir en la Venezuela del siglo XXI, el señor
Giordani fracasó. Con mayores o menores traspiés, Venezuela se dirige
hacia su reinstitucionalización. Simplemente, no será posible en la
práctica implantar en la Venezuela del siglo XXI la libreta de
racionamiento porque, al igual que ocurrió en los estados Zulia y
Táchira, la gente en el resto del país reaccionará, desde el que depende
del libre comercio para vivir hasta quienes sencillamente aman la
libertad. Es decir, no habrá quien desde el Estado (no desde los
colectivos, sino el Estado) esté dispuesto a administrar suficiente
represión (miles y miles de muertos o más).
Así, estoy seguro que, muy pronto, el país tendrá necesariamente que transitar hacia su reinstitucionalización.
@garciabanchs / www.econometrica.com.ve
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