Por DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ
| EL UNIVERSAL
lunes 17 de marzo de 2014
La industria del petróleo y
gas natural está conformada por una cadena de valor de negocios que se
manejan en el mediano y largo plazo. Producir, procesar y mercadear
nuevos barriles de hidrocarburos en áreas tradicionales desarrolladas o
no desarrolladas lleva de tres a cinco años; y hacerlo en áreas nuevas
toma de cinco a ocho años. Ello disponiendo de los mejores recursos
humanos, de la tecnología, de las inversiones y de la base legal,
económica y de transparencia que hagan posible los negocios. El Gobierno
lanzó su "Plan Siembra Petrolera" 2006-2012, que fracasó completamente.
Los errores siguieron repitiéndolos hasta llegar al reciente "Plan de
la Patria 2013-2019", que insiste en la meta de producción de 6,0 MMb/d
para 2019, que tampoco cumplirán, por las razones que aquí exponemos.
Hoy
la base legal está determinada por la ideología del Gobierno. Un
régimen que amenaza, confisca y expropia activos petroleros privados, y
que obliga a los socios a hacer lo que los burócratas piensen o digan,
no puede promover desarrollo alguno, porque el know-how, las
tecnologías y las inversiones, tienen que venir esencialmente del
exterior. En lo económico, una autoridad que impone el control de
cambio, que limita el uso de los dólares de los inversores para traer
sus bienes, servicios y tecnología, y que impide pagarles en dólares a
sus trabajadores si lo desearan, que prohíbe la repatriación de
capitales, tampoco puede promover desarrollo alguno de una industria tan
difícil y competitiva como la petrolera. Y en materia de transparencia,
ni el país ni los inversionistas nacionales y extranjeros conocen las
cifras oficiales del negocio desde 2010 (fecha del último informe del
Ministerio de Petróleo), ni las de Pdvsa, que datan de 2012 (fecha de su
último Informe de Gestión). Como referencia, valga decir que las
estatales Pemex, Petrobras y Ecopetrol presentan sus balances
regularmente y están a la disposición de todos, vía Internet.
Por lo tanto, si Pdvsa no ha hecho las inversiones y traído las tecnologías y el know-how
necesario en los últimos años, no puede pretender que en 2014 va a
ocurrir un milagro, un repunte de la producción, o que aumentarán las
reservas de los crudos que necesitan las refinerías venezolanas. Si no
se siembra, no se cosecha.
Un parámetro esencial que mueve la
industria petrolera mundial es la reposición de las reservas (verdaderas
reservas, no recursos como los de la Faja del Orinoco, que no cumplen
con la definición de reservas que establecen las normas del Ministerio
de Energía y Petróleo y los organismos internacionales). La meta es que
cada barril producido tiene que ser restituido. Restablecido por las
respectivas reservas que son producto de la exploración, de nuevas
tecnologías o comprados.
Venezuela está agotando nuestra
seguridad energética y las reservas de crudos condensados, livianos y
medianos (C/L/M), los más comerciales y fuente para la alimentación de
las refinerías nacionales. En 1998 las reservas de crudos sumaban 76,1
millardos de barriles, y apenas 24,4 millardos de éstos eran de crudos
C/L/M, el resto era pesado y extrapesado (los menos comerciales). Para
el 31 de diciembre 2012 las reservas de C/L/M eran de apenas 22,8
millardos; y, lo peor, de éstas, menos de 30% están desarrolladas
(cuentan con la infraestructura para ser producidas). Esto ocurre porque
la actividad exploratoria para la búsqueda de esos crudos ha sido
mínima en los últimos años. Las cifras que presenta el régimen -que nos
convierten en una "potencia energética"- son básicamente de la Faja del
Orinoco, las cuales -como se dijo- son solo recursos. Para 2014 no se
espera que esta situación se revierta.
Por otro lado, los
acuerdos geopolíticos continuarán arruinando a la estatal en 2014. En el
presupuesto de 2013, Pdvsa informa del acuerdo de entregas a 23 países,
sin embargo, estima que no podrá adjudicar más de 220.400 b/d,
afectando fundamentalmente a Argentina, Nicaragua, Jamaica y República
Dominicana. El envío a Cuba se mantendrá igual. Mientras tanto Pdvsa
declara en ese presupuesto que tiene, por lo menos, 12.300 millones de
dólares (MM$) como exportaciones no cobradas. Y ni hablar de cómo
pagarán la deuda financiera que estaba en más de 43.384 MM$ al cierre de
diciembre de 2013. Además, tiene un pasivo total que asciende a
142.596 MM$ al 31-12-2012.
Por estas razones es que se le acabaron los dólares al régimen para seguir manteniéndose.
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