lunes, 9 de julio de 2012

Bolívar, dolores y dólares


"La moneda de Estados Unidos de América será el dólar, igual al peso fuerte español de plata". 

Congreso de los Estados Unidos, 1792 

El año de 1792, cuando Simón Bolívar tenía 9 años de edad, se creó el dólar como una copia del peso fuerte utilizado en la América española. Ese peso era la principal moneda "internacional" y se usaba para el comercio entre los diferentes continentes. Desde entonces el mundo ha cambiado mucho. 

¿Cómo permitimos los latinoamericanos, primero, que los estadounidenses nos copien la moneda y, después, que ellos la defiendan y nosotros no? ¿Cómo permitimos que los dirigentes populistas de antaño manchen el nombre de Bolívar con algo tan banal como la moneda? ¿Cómo permitimos hoy que los políticos demagogos devalúen continuamente el bolívar y empobrezcan a toda la población? 

Los verdaderos gobiernos patrióticos defienden la moneda propiedad de sus ciudadanos. Los líderes patrióticos saben que el dinero es el principal activo de la gente, especialmente de los más pobres que no tienen otros ingresos que el ganado arduamente con su trabajo. 

La inflación es el cáncer de la economía. La inflación es el trágico resultado de las políticas económicas de los traidores de la patria. Los patriotas de verdad defienden el valor de la moneda pues saben que en materia económica no hay nada más perverso que la inflación para el pueblo. La dolarización terminaría inmediatamente con la inflación y la devaluación. No hay tiempo para más excusas, se sabe qué hacer y se sabe cómo hacerlo. 

Venezuela merece tener una moneda fuerte. Venezuela debe regresar al peso fuerte: la madre del dólar. Venezuela merece tener su moneda original: la misma moneda de Bolívar, sin inflación, sin devaluación, sin altos intereses. ¡Solo así podrán Bolívar y el bolívar descansar en paz! 

La Primera República de Venezuela cayó en 1812, entre otras cosas, por el pánico monetario que vivieron los venezolanos de ese momento. Esperemos que la Quinta República no caiga por otra inflación, ni por monos educados ni traidores económicos en el Gobierno. El propio Simón Bolívar explicó claramente que los venezolanos preferían a los gobernantes españoles con sus pesos fuertes que a los seudopatriotas que imprimían dinero sin valor: 

"Esta nueva moneda pareció, a los ojos de los más, una violación manifiesta del derecho de propiedad, porque se conceptuaban despojados de objetos de intrínseco valor en cambio de otros cuyo precio era incierto, y aun ideal. El papel moneda remató el descontento de los estólidos pueblos internos, que llamaron al comandante de las tropas españolas para que viniese a librarlos de una moneda que veían con más horror que la servidumbre". 
El Universal - Caracas - 9/7/2012

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