martes, 28 de enero de 2014

Luis Miquilena, dirigente de la resistencia democrática el 23 de enero de 1958 - ENTREVISTA

 ROBERTO GIUSTI -  EL UNIVERSAL - 26 de enero de 2014

A principios de 1999, cuando Hugo Chávez se disponía a recibir la banda presidencial le confió a sus íntimos que tenía pensado invitar a su toma de posesión a Marcos Pérez Jiménez. Decisión que seguramente había meditado desde que el general lo recibió en su mansión de La Moraleja (Madrid) en cumplimiento del ritual de los candidatos alternativos a la búsqueda de un puñado de votos nostálgicos. Al fin y al cabo eran dos militares, ambos golpistas, que habían llegado al poder en acción retardada de sus respectivas asonadas.

Pero Chávez olvidaba que su mentor para entonces, Luis Miquilena, había sido uno de los dirigentes que mantuvo viva la resistencia democrática y había pagado con tortura y carcelazos, como quizás ninguno de sus compañeros sufrió, su lucha contra la dictadura 

Miquilena confiesa que se opuso rotundamente, pero no para pasarle la factura a un viejo enemigo, sino porque comenzaba muy mal un gobierno, electo popularmente, distinguiendo a quien representaba la antítesis de los valores democráticos. Chávez bajó la cabeza y Pérez Jiménez no vino. 

-¿Es equiparable la situación que vivía el país antes del 23 de Enero de 1958 a la que vive actualmente?

-El 23 de Enero, culminación de una batalla que se prolongó por diez años, aparece como una insurgencia de carácter militar y una alianza civil. Pero asumir la fecha de una manera contemplativa no resulta lo más conveniente en este momento. Sobre todo porque de aquellas experiencias debemos extraer toda enseñanza que pueda ser enriquecida y mejorada en el combate que el pueblo venezolano tiene planteado ante el régimen imperante.

-¿Qué implica tener una posición más activa?

-Aquellos momentos fueron producto de una intensa lucha, librada por verdaderos combatientes que se jugaron la vida durante el tiempo que prevaleció la dictadura. El arrojo de los jóvenes de aquella época, ejemplo para las generaciones actuales, nos dice que nada se conquista sin un gran esfuerzo y la acción permanente en defensa de los ideales que defiendes.

-Cuando usted habla de "combate" y de "lucha" contra la dictadura perezjimenista lo hace en términos literales. Pero cuando se refiere a esta época, ¿lo hace en sentido figurado?

-El carácter esencial que tuvo aquella lucha es la experiencia que debemos tomar y no para imitarla sino, incluso, para superarla porque las condiciones planteadas hoy son más difíciles, aunque parezca mentira, que las de aquel momento.

-¿Por qué más difíciles si hoy los partidos no están proscritos, la oposición actúa públicamente y dispone de una representación en la Asamblea Nacional?

-Ese es, precisamente, el opio que parece estar arraigándose en la oposición. Esos amagos de democracia, que se manifiestan en elecciones, son remedos de libertad que, en el fondo, no pasan de eso, de remedos. Las reivindicaciones que estuvieron planteadas en aquel momento son las mismas de hoy.

-¿Como cuáles?

-Como la defensa de las instituciones, la necesidad de un poder judicial autónomo e independiente y el respeto absoluto a libertades públicas.

-Pero, ¿no son diferentes las naturalezas del chavismo y el perezjimenizmo?

-En aquella época no existía un elemento distorsionador, verdaderamente miserable, que padecemos hoy, como es la intervención directa de Cuba, que ha convertido al país en sucursal de La Habana. Tenemos, además, otro agravante en relación con el 23 de Enero, porque si antes luchábamos contra adversarios venezolanos, hoy las cosas han cambiado y se agrega un nefasto ingrediente: el comunismo. Eso nos obliga a no dar tregua en este lucha contra el Gobierno porque se trata de un régimen que no solo niega las libertades, sino cuya concepción económica (el estatismo desatado) ha destruido por completo el aparato productivo y la propiedad privada.

-¿Cree usted que esta es una revolución verdadera?

-Es un comunismo de alpargatas porque no constituye, ni siquiera, una representación comparable con experiencias en otros países. Aquí se han impuesto unas camarillas que le han entrado de lleno a los recursos del país de la manera más inmoral y una corrupción sin límite.

-Esa situación que usted describe como más grave que la de los años 50, ¿justificaría el abandono del camino electoral?

-Las elecciones constituyen la esencia de la democracia y objetivo fundamental es lograr su rescate y plena vigencia. Pero no se puede concebir la electoral como la única forma de lucha. La luchas populares, por las reivindicaciones de los más pobres, implica manejar el conflicto que, de una orilla a la otra del país, toca los resortes más sensibles de la sociedad venezolana. Todo eso requiere el despliegue de una ofensiva que no está, precisamente, planteada en el campo electoral. Por ahora no hay elecciones a la vista y debemos atender el reclamo que nos hace el país para que libremos una lucha, sin cuartel, conducida por los sectores de oposición.

-¿No está ocurriendo eso?

-Hemos dado un paso importante al aglutinar un sector inmensamente mayoritario de oposición, que adelantó una labor excepcional en la campaña electoral previa al 14 de abril. En las elecciones quedó establecido un hecho evidente para el país: la elección resultó fraudulenta, tal y como denunciaron las fuerzas democráticas. Pero la respuesta no podía limitarse a un simple recurso jurídico, acudiendo a los tribunales que es uno de los factores más corruptos de nuestra sociedad, y mucho menos a los organismos internacionales porque ya sabemos que este gobierno los ha negado reiteradamente.

-¿Cuál era la respuesta?

-Una vía distinta. La salida a la calle de un millón de personas, 500 mil, 200 mil, denunciando el fraude y llevando adelante una causa tan legítima como el reconocimiento de la voluntad popular. En tales circunstancias esa era la única manera.

-¿No iba a costar eso el sacrificio de vidas en cifras inimaginables?

-Tú sabes, y lo saben los luchadores sociales, que quien toma la responsabilidad de conducir la batalla política, debe asumir riesgos. Cuando hablas del 23 de Enero sabes que se trata de una culminación de una batalla que se dio con saldo de muertos, heridos, torturados, encarcelados. La historia demuestra que ninguna batalla política es incruenta. Todo lo contrario, son duras, violentas y representan esos riesgos que los dirigentes deben asumir.

-¿Se equivocó Capriles?

-No podría decirlo porque tampoco quiero individualizar. Creo, sí, que la oposición, en general, falló en ese momento. Y creo que sigue engatillada. Aquí existen protestas provenientes de todos los sectores. Las inmensas colas en los supermercados dicen a las claras que no hay comida y cuando se consigue, mucha gente no tiene con qué comprarla. De manera que el pueblo está viviendo una situación conflictiva. ¿Y quién se ha puesto al frente de esa lucha? Los obreros siderúrgicos de Bolívar viven en permanente reclamo y nadie de la oposición se ha preocupado en acompañarlos. Hubo huelga de estudiantes y profesores, vista con simpatía por el país y nadie estuvo con ellos.

-Sin embargo, el Gobierno ganó las elecciones del 8 de diciembre.

-Las municipales son consecuencia de las presidenciales. Luego del 14 de abril la oposición entró en un estado de tranquilidad y fue a esas elecciones planteando reivindicaciones económicas, sin esgrimir la razón política fundamental: un gobierno fraudulento que fue desconocido. En eso debía haberse concentrado la estrategia. No hubo una denuncia radical contra el aparato electoral montado por el oficialismo y la abusiva ventaja de la cual gozó, haciendo y deshaciendo con los recursos del Estado. No se le dio al pueblo una idea completa del tipo de enemigo que teníamos por delante y que debíamos vencer. Sin embargo, no considero como una derrota los resultados de diciembre. En esa campaña salieron a relucir grandes recursos espirituales y políticos con los cuales aún cuenta el país y en las grandes ciudades la oposición obtuvo victorias importantes.

-Uno podría deducir de su análisis que si bien el camino electoral es el ideal, en las condiciones actuales resulta imposible aplicarlo como instrumento para el cambio. 

-En este momento la situación es difícil para la dirección política. Por eso hace falta una compaginación de los sectores más lúcidos y de mayor capacidad para establecer una estrategia adecuada que permita conducir las luchas políticas. El factor electoral está planteado, pero a largo plazo. Estamos ante un conflicto que requiere la aplicación de otros métodos, la lucha del pueblo en la calle, para lograr, en lo posible, el cambio que debe producirse.

-¿Cómo ocurrió el 23 de Enero?

-Sí, como ocurrió el 23 de Enero.

-El 23 de Enero la intervención militar fue decisiva.

-Fue decisiva, pero con un elemento muy importante: las fuerzas civiles estaban en contacto con las fuerzas militares y coincidieron en el planteamiento. Los civiles salieron a la calle junto con los militares. Y se dio una batalla que podríamos entender como cívico-militar. Los militares no son indiferentes, sufren las mismas consecuencias y penalidades de los civiles y estoy seguro que muchos de ellos no ven con buenos ojos las políticas que adelanta el gobierno y apostarían, más bien, a un cambio del cuadro que hoy padecemos.

-Es decir, el cambio obedecería a la necesaria presión que ejerza una población activa y organizada sobre las Fuerzas Armadas.

-Los sectores populares salen a la calle en plan de lucha y de combate cuando ven frustrados sus derechos. Y eso opera como un factor de irradiación hacia otros sectores de la población. Cuando hay 100 mil personas levantando banderas reivindicativas puede acudirse, incluso, al camino del entendimiento y del diálogo.

-¿Y no es eso lo que se está dando?

-No me refiero al diálogo entre el amo y el siervo, que fue el caso con los alcaldes, una vergüenza porque no hubo una posición viril y reveladora de la determinación de lucha que debe animar a la oposición. Fue un encuentro más bien meloso y de reconocimiento de la legitimidad, como Presidente, de alguien cuya elección se calificó de fraudulenta por muchos sectores. Y ese no es el verdadero diálogo.

-Entonces, ¿cuál es el verdadero diálogo?

-Aquel que se da cuando las fuerzas se pueden parangonar y van a las conversaciones en ciertas condiciones de igualdad. No con una debilidad que impide, ni siquiera, pensar en la posibilidad de un acuerdo porque éste, al final, no serviría para nada.

Democracia ficticia

ASDRÚBAL AGUIAR |  EL UNIVERSAL - 28 de enero de 2014 

Aún se sorprenden nuestros compatriotas, incluso la oposición, cuando les dicen, como lo hace Human Rights Watch en su Informe, que Venezuela vive una falsa democracia.

Osvaldo Hurtado, expresidente ecuatoriano habla de dictaduras del siglo XXI y, en lo personal, prefiero llamar demoautocracias a las que surgen bajo el paraguas del socialismo del siglo XXI, pues la gente opta por la dictadura alegremente, votando. Pero ello ocurre en nuestro caso como reflejo de lo que somos, un pueblo sin madurez democrática y cultor del militarismo. No obstante nos decimos demócratas, y cuando alguien afirma lo contrario nos irritamos o creemos que exageran.

Lo cierto es que no hay democracia en Venezuela, así tengamos a opositores electos como alcaldes o gobernadores. Con elecciones, es verdad, se inicia la experiencia de la democracia, pero no bastan para vivirla. Nuestros dictadores militares, que han sido los más en casi 200 años de historia, desde 1830 cuando el general Páez nos da patria, hacían elecciones. Les gustaba se les llamase -Pérez Jiménez sobre todo- presidentes constitucionales. E imponían a sus sucesores, dentro de la mejor tradición constitucional bolivariana.

La democracia, en la cultura occidental, es derechos humanos. Sin embargo, el régimen actual nos eliminó el derecho a la tutela de esos derechos al separarse de la Comisión y la Corte Interamericanas de DD. HH. Aparte, la vida nada vale como derecho. Suman 200.000 los homicidios, mientras la Defensora del Pueblo -a quien la ONU le llama la atención por ello- opta por defender la revolución por encima de las garantías de sus conciudadanos. Y la democracia exige separación e independencia de poderes, que rechazan como premisa la misma presidenta del TSJ y la Fiscal General. Tanto que el celebérrimo coronel Aponte Aponte cuenta que cada semana, en Miraflores o la Vicepresidencia, estas deciden el destino de la justicia en conciliábulo con el régimen.

Solo en democracia se accede al poder conforme al Estado de Derecho, y Nicolás Maduro lo hizo conforme al testamento de su predecesor. Al efecto la Sala Constitucional, sirviente, aplanó la Constitución para que diga lo que no dice. Maduro no podía asumir como encargado presidencial sin el juramento de Hugo Chávez y él mismo, como vicepresidente, estaba inhabilitado para ser candidato.

La columna vertebral de la democracia es la libertad de prensa. Y es cierto que los venezolanos, deslenguados, a diario hablamos pasguatadas sin que nadie nos recrimine, salvo cuando está presente un cabillero de la revolución o Guardia del Pueblo. Aun así se ha impuesto una hegemonía comunicacional de Estado. El régimen viene con su tijera por las telenovelas y deja sin papel a la prensa escrita independiente, salvo a la suya.

Transparencia y probidad son exigencias de la democracia. Mas en Venezuela no hay estadísticas fiables ni las muestra el régimen y se han desaparecido, en francachelas revolucionarias, cerca de 1.300 billones de dólares. La botija está vacía y no hay un solo preso por la corrupción que nos anega. 

La subordinación de la Fuerza Armada al poder civil es clave de la democracia, y causa hilaridad desde que, bajo los cánones de la Constitución de 1999, el mundo militar se hace transversal al sistema institucional para militarizar a los civiles. De modo que, cumplimos 15 años bajo gobierno de militares, con una breve mascarada cívico-militar desde cuanto Maduro es impuesto como causahabiente.

Nada agrego con relación a los otros dos elementos sustantivos de la democracia, a saber, la existencia de partidos políticos y la celebración de elecciones justas y libres, pues hay tela que cortar. Por lo pronto, fue decisión impuesta por Chávez, en 2004, con La Nueva Etapa, la formación de un partido único, el PSUV, que desde el 2010 se declara oficialmente marxista. Los partidos del siglo XX son franquicias en la actualidad y los que se han proyectado hacia el siglo XXI, con vocación democrática cabal, son perseguidos con saña. Entre tanto, las rectoras revolucionarias del Poder Electoral se ocupan de perfeccionar su caja negra para que el régimen jamás pierda elecciones, como ocurre en Cuba y ocurriera en el Iraq de Saddam y en la Libia de Gadafi.

No pocos compatriotas, en fin, se dan por servidos con la democracia de utilería que tienen y han aceptado. Les basta mientras el gendarme o "César democrático" de turno les realice el mito de El Dorado. Siempre ha sido así. La cuestión es que se acabaron los dólares y los anaqueles están vacíos. Hoy les sorprende, por lo mismo, el despertar, luego de la larga borrachera revolucionaria.

sábado, 25 de enero de 2014

¿Qué secreto sabe Rafael Ramírez?

Yon Goicoechea - El Universal - 25 de enero de 2014

El chavismo hubiese podido establecer un comunismo con mediana comodidad, si no hubiese tocado la industria petrolera. El petróleo hubiese mantenido al país, sin sacarlo de la pobreza ni desarrollarlo, pero sin grandes sobresaltos. Asimismo, el gobierno hubiese mantenido su voracidad importadora, su discurso contra todo el que produjese algo, los subsidios y su verborrea sin fin. Venezuela pudo ser el paraíso de los mediocres y trasnochados comunistas del planeta, que se hubiesen retorcido de placer al ver a la gente pobre pero conformada. El problema es que el diablo esconde la olla, pero no guarda la tapa. 

Su avaricia los llevó a destruir lo que les daba el dinero. En primer lugar, politizaron Pdvsa. Luego nacionalizaron a grandes petroleras multinacionales con concesiones en el país. Crearon empresas mixtas que, a diferencia de otras similares de países libres, representaron matrimonios obligados con un gobierno ineficiente. Cambiaron bruscamente la política fiscal. Expulsaron del país a gran parte de nuestro capital social. Mantuvieron a los inversionistas nerviosos, mediante un discurso hostil. Por supuesto, dejaron de invertir en infraestructura petrolera y, por si fuera poco, dejaron de mantener las estructuras ya existentes. Al descuidar la seguridad industrial, mermaron nuestra capacidad refinadora y nos convirtieron en importadores de gasolina y otros productos que antes exportábamos. Gasolina, por cierto, que mantuvieron subsidiada a un precio ridículo, lo que incrementó el consumo interno en detrimento de las exportaciones. Todo ello se hizo mientras el gobierno regalaba nuestro petróleo a cuanto "chulo político" secundare internacionalmente sus delirios. Incluyendo algunos de Estados Unidos.  

Hace poco más de un año, al llegar a mi clase de políticas energéticas en los BRICS, en Columbia University, la presentación proyectada en el pizarrón titulaba: "What not to do: The Venezuelan Case." (Lo que no se debe hacer: el caso de Venezuela). Para nuestra vergüenza,  lo ocurrido en nuestro maltratado país se estudia en las grandes universidades del mundo, pero como un caso de fracaso extremo. Hugo Chávez quiso que la cara de ese fracaso fuese Rafael Ramírez. El mismo a quien Maduro ha confiado hoy el destino económico de los venezolanos.

Siempre he pensado que Ramírez está allí por lo que ha visto ¿Qué sabe de la familia Chávez y sus negocios, de las "ayudas" a criminales o de la vida personal de los alegres viajeros de los aviones de Pdvsa? ¿Qué tipo de fidelidad ha convertido a uno de los peores gerentes petroleros de la historia de la industria, en el hombre fuerte de la crítica economía venezolana? No lo sé, pero él no puede estar allí por mérito. Tampoco por política, porque no maneja grupos de choque, no es un líder de estructura, no es carismático y hasta desencaja un poco con la imagen del PSUV ¿Entonces, por qué los venezolanos estamos en sus manos? ¿Es Maduro un preso de Ramírez?

La crisis venezolana pasa por el manejo del petróleo. Nada, sino el petróleo, puede sacarnos en menos de una generación del hueco en el que nos metieron. Diversificar la economía es necesario, pero toma décadas. Hoy, la porción del PIB que representa cada actividad no petrolera por separado es poco menos que risible. Si queremos que los niños que hoy tienen 4 años no lleguen a los 20 siendo pobrísimos, hay que priorizar las reformas de nuestras políticas energéticas. Ramírez representa la continuidad de las actuales.

El "Presidente" ha logrado un pacto con la oposición, que le ha dado un poco de gobernabilidad. Sin embargo, ha retrasado todas las medidas económicas hasta extremos muy peligrosos para su gobierno y, peor, para los venezolanos. Nada de lo que anunció en su alocución de la semana pasada altera las causas fundamentales de la crisis. Salvo el relativo y engañoso cierre de Cadivi, nada de lo expuesto tendrá mayor impacto ¿Será que no se da cuenta de que la inercia lo perjudica a él?  ¿No entiende o no quiere entender? ¿De quién es rehén Nicolás Maduro? Como tantas otras cosas, también es inexplicable que, en su momento de mayor estrechez, el chavismo haya puesto al frente de la economía venezolana al hazmerreír de la industria petrolera mundial.

Vamos peligrosamente mal. Dios nos agarre confesados.

@yongoicoechea

lunes, 23 de diciembre de 2013

PDVSA colapsó

Del columnista:
DIEGO J. GONZÁLEZ CRUZ |  EL UNIVERSAL
23 de diciembre de 2013 
 

La estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) llegó al colapso. Su deuda externa es impagable en el corto y en el mediano plazo, por la sencilla razón de que está imposibilitada de incrementar la producción. Con relación a la deuda interna, aunque fundamentalmente en bolívares, tampoco puede cancelarla; el Banco Central no puede seguir fabricando bolívares sin respaldo en dólares, para apalancar el flujo de caja de Pdvsa y el resto de las empresas estatales.

La petrolera no puede detener la inexorable declinación de la producción, la cual se redujo de 3.342.000 barriles diarios (b/d) solo de petróleo en 2001, a 2.826.000 b/d en 2013; esto es según cifras de Pdvsa para la OPEP; es decir, oficialmente hubo una caída de más de 500.000 b/d en 12 años. Sin embargo, si se usan las verdaderas magnitudes, la caída es de cerca de un millón de b/d.

¿Por qué Pdvsa está imposibilitada de detener el retroceso e incrementar la producción? Esta merma se debe a que perdió sus mejores recursos humanos y su know-how; porque no está haciendo las inversiones que se requieren; porque quienes la dirigen no creen en la planificación, ni en el mantenimiento de las operaciones; porque han descuidado el adiestramiento del personal; porque no se asocia con los mejores; y, resumiendo, porque cambió su misión y visión de empresa petrolera para convertirse en un consorcio con funciones políticas y sociales, al servicio del Gobierno. Pdvsa lo último que hace es producir petróleo.

En los "Estados Financieros Consolidados de Pdvsa al 31 de diciembre de 2012", el total de pasivos alcanza la astronómica cifra de 142.596 millones de dólares (MMUS$), y de estos la deuda externa alcanza los MMUS$ 40.026. Los vencimientos de la porción no corriente de la deuda financiera consolidada, al 31 de diciembre de 2012, es MMUS$, 35.647, que deben ser cancelados con un monto inicial de MMUS$ 5.010 en 2014, y de MMUS$ 7.041 hasta 2017. Los MMUS$ 15.014 restantes se pagarán en los años siguientes. En 2013 esa deuda se incrementó en al menos MMUS$ 10.000. 

En estas condiciones no puede continuar financiando las misiones (MMUS$ 28.293 en 2012), ni los aportes al Fonden (MMUS$ 15.572 en 2012), ni los préstamos geopolíticos en petróleo y derivados, eufemísticamente llamados "acuerdos de cooperación", a Petrocaribe (quince países), al Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas (Bolivia, Paraguay y Uruguay), y al Convenio Integral de Cooperación (Argentina y Cuba), cuyas cuotas sumadas alcanzó los 376.700 barriles diarios en 2012. Tampoco podrá cumplir los compromisos con el presupuesto nacional 2014 por regalías, ISLR, etc., por MMUS$ 17.630.

Todo lo anterior no incluye la deuda local y sus pasivos laborales, que suman decenas de millardos de dólares, ni lo que tendrá que pagar de continuar perdiendo los arbitrajes internacionales; y mucho menos sus inversiones medulares para 2013-2014, que según su Informe 2012 suman MMUS$ 25.321.

Lo más preocupante es que en 2012 Pdvsa solo logró vender 124,5 millardos de dólares, pero de esto tuvo que comprar petróleo crudo y sus productos por MMUS$ 40.012 para cumplir con sus compromisos en el mercado local y en el exterior. Con ese volumen de ventas fue sobrepasada por Petrobras (MMUS$ 137.7) y por Pemex (MMUS$ 126.4).

El lugar que ocupa Venezuela en los principales sectores de la economía en América Latina, se muestra en el informe que anualmente presenta la revista América Economía de las 500 mejores empresas (http://rankings.americaeconomia.com/2013/ranking_500_latinoamerica_2013/index.html). Allí se ve cuánto hemos caído.

Esta publicación jerarquiza a los países de la región y sus empresas en las áreas de: aerolíneas y transporte, comercio, telecomunicaciones, automotor, energía, petroquímica, ingeniería y construcción, minería, alimentos, bebidas, siderúrgica, y petróleo y gas. Pues bien, en Brasil están ubicadas 210 empresas de las mejores 500, le sigue México con 120, Chile con 72, Perú con 32, Colombia con 30, Argentina con 23. Venezuela apenas aparece con tres empresas: Pdvsa, en el puesto 3, la telefónica (Cantv), en el 107, y la telefónica móvil en el lugar 124. Como referencia de nuestra declinación, la publicación informa que en 2005 Venezuela tenía 11 empresas en el ranking de las mejores 500. Y cuando se ve el ranking de las empresas del área más globalizadas, Pdvsa aparece en el puesto 41 de 65 (http://rankings.americaeconomia.com/2012/multilatinas/ranking.php).


Venezuela: ¡Feliz Año 1964

Del columnista:
JOSÉ LUIS CORDEIRO |  EL UNIVERSAL
23 de diciembre de 2013  


Feliz año 1964! 
Sí, feliz año 1964. Este no es un chiste malo de fin de año, sino la triste realidad de la Venezuela actual, lamentablemente.

Venezuela comenzará el año 2014 con el mismo ingreso por habitante que en 1964, en bolívares constantes. Los ingresos reales de la población no sólo se han estancado, sino que han retrocedido a los niveles de 1964. ¿Cómo es posible que un venezolano en el año 2014 gane lo mismo que otro en 1964? ¡Esto significa medio siglo de desarrollo perdido!

En 1964, Venezuela era un país con un futuro promisorio, donde todo estaba por hacer. La economía crecía rápidamente y el país no tenía casi deuda externa, ni interna. El presupuesto público estaba balanceado y la inflación era tan baja que a veces llegaba a ser negativa (deflación). Medio siglo más tarde, Venezuela es un país con un futuro incierto, un Gobierno autista y retrógrado, una economía rentista en crisis, una enorme deuda externa, una creciente y no contabilizada deuda interna, un gran déficit fiscal y la inflación más alta del continente. ¿Qué ha pasado?

El fracaso económico (y se puede agregar también el fracaso político y social, además del gran fraude educativo) no ha sido por falta de recursos. De hecho, la pobreza sigue aumentado aunque el régimen actual ha recibido enormes recursos petroleros: más de 1.000.000.000.000 de dólares desde que el chavismo llegó al poder. ¿Dónde están todos esos "reales"? ¿Qué pasa con los presupuestos millonarios que sólo han servido para crear más miseria? ¿Cómo se convirtió la Venezuela próspera y receptora de inmigrantes de 1964 en la Venezuela paupérrima y generadora de emigrantes de 2014?

En estas fechas de relativa tranquilidad, vale la pena reflexionar sobre lo mal que los venezolanos comenzaremos el año entrante. Cada año que pasa, a pesar de un supuesto repunte económico no sostenible, Venezuela retrocede en términos reales. Estas son cifras promedio, obviamente, pero la tendencia regresiva es evidente desde finales de la década de 1970.

Para ser justos, Hugo Chávez no fue el único dirigente malo de Venezuela, sino simplemente el peor en más de un siglo. Cada año nuevo tenemos más pobres, especialmente bajo el terrible "desgobierno" actual. Parece ser cierto que este régimen ama a los pobres, pues cada año hay más pobres. Aunque el chavismo ha recibido los mayores ingresos petroleros de toda la historia venezolana, el país retrocede en lugar de avanzar.

Reflexionemos abiertamente sobre cómo perdimos medio siglo para que no perdamos también el siglo XXI. ¡Feliz año 1964!

www.cordeiro.org

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CARTA DE SANTA

Amigo mío, sé que la cosa funciona al revés pero este año decidí ser yo quien te escribe. Lo hago porque no puedo hacer esto solo, necesito tu ayuda para llevar el Espíritu de la Navidad y hacer que esta sea la más mágica y bondadosa que jamás hayamos vivido.

Quiero que este año hagamos un regalo, pero no solo para las personas que quieres.
Es un regalo para cualquiera, incluso para un desconocido, no tiene que ser material,  puede ser lo que quieras o lo que tú puedas.
Descubrirás que ese regalo también es para ti y que una pequeña acción tuya es capaz de crear la magia de esta época. 

#Yo TambiénCreoEnTi

Santa 


jueves, 17 de octubre de 2013

El peso del fracaso


por Orlando Ochoa - El Universal 17/10/2013
La magnitud del problema cambiario de Venezuela, con sus aristas fiscales, monetarias, petroleras e ideológicas (Socialismo del siglo XXI), lo hace imposible de resolver, sin un plan económico coherente para levantar el control de cambio. Esto a su vez exige reorganizar el sector público y alcanzar un presupuesto balanceado; lo cual debe ser acompañado del cierre definitivo de financiamiento del gasto deficitario del Gobierno Central, CVG y Pdvsa por parte del Banco Central de Venezuela (BCV). Finalmente se requiere de un proceso de eliminación de obligaciones financieras y políticas de la Pdvsa mal conducida por Rafael Ramírez, de manera de elevar el suministro de divisas de la estatal petrolera de 45-50% actual, a un 80% al menos, al BCV. Hacer todo esto es una maniobra política, económica, financiera y petrolera de gran escala, que lleva explícitamente a reconocer que la conducción económica y petrolera bajo Hugo Chávez, continuada por Nicolás Maduro en 2013, tenía sólo el propósito de usar los recursos nacionales para transferencias y subsidios a consumidores, empresarios (Cadivi y créditos baratos) y empresas públicas socialistas; esta economía distorsionada, ha acumulado deuda pública y otros pasivos por más de $250.000 millones. El objetivo final era ganar elecciones por varios años y postergar las consecuencias nefastas. Finalmente estas llegaron.

La entrega fraudulenta de divisas y los contratos de obras pagaderos en dólares permitieron desarrollar a lo largo de los años una enorme corrupción cambiaria, civil y militar, con chavistas y opositores. Además, con la alta inflación causada por el gasto público y su financiamiento monetario del BCV, la sobrevaluación del bolívar oficial, el alza en el mercado paralelo, unida a las expropiaciones socialistas, llevaron a disminuir la producción nacional y a elevar las importaciones. Las consecuencias institucionales y morales, aunque menos tangibles, son más duraderas en sus daños sobre la sociedad venezolana. El crecimiento del crimen organizado es facilitado por las distorsiones cambiarias y la impunidad que ha prevalecido. El fracaso económico y político pesa mucho ahora para 2014. El legado de Hugo Chávez incluye atender mejor a los pobres, una secuencia de victorias electorales pero también un gigantesco daño económico y moral a Venezuela. 


jueves, 10 de octubre de 2013

Cristina: de la enfermedad y el poder


Por Julio César Pineda - El Universal - 10 de octubre de 2013
En la oportunidad en que se hizo pública la enfermedad del presidente Chávez, afirmamos que el cáncer del jefe de Estado obligaba a la transparencia médica y mediática porque en todas las democracias es una exigencia moral y jurídica el que el pueblo conozca las condiciones físicas e intelectuales de quienes dirigen los destinos públicos; esto es lo que están solicitando los argentinos ante la enfermedad de la señora Presidenta. La enfermedad es inmanente a la condición humana y casi siempre la antesala de la despedida del breve transito existencial. Para los líderes carismáticos que se creen indispensables la enfermedad constituye la más fuerte expresión de su finitud y el recordatorio de su transitoriedad.

El periodista y médico argentino Nelson Castro aseguró hace unos días que la presidenta Cristina, más allá de la enfermedad física que parece controlable, también padece la enfermedad psíquica de los líderes mesiánicos con el síndrome de Hubris (Hybris) términos griegos vinculados a la desmesura del poder, con la excesiva confianza de sentirse imprescindible, desfigurando la realidad en la sola percepción de la misma y pretendiendo afirmar su sola visión como garantía del presente y del futuro.

Frente a la Hybris de los dirigentes mesiánicos embriagados de poder, la Némesis les recuerda su finitud y el pensamiento real ante la visión mágica. Frente a la locura de lo irrealizable, las condiciones y la vida los acerca a lo real, a lo posible.

David Owen en su libro "En el poder y en la enfermedad" y Pascal Sutter en su obra "Estos locos que nos gobiernan", tratan el tema de quienes detentan el poder con su esquizofrenia, paranoia y narcisismo, aun en la enfermedad tratan de transmitir vitalidad eterna, por eso recomiendan en estos tiempos de transparencia y participación ciudadana, la garantía para conocer las enfermedades de sus jefes de Estado o Gobierno, o de los que aspiran llegar al poder.

Es frecuente en estos casos la desinformación sobre sus enfermedades y los rumores sobre el presente y el futuro, incluso la negación oficial para disipar dudas y afirmar el poder. Por supuesto que en la enfermedad siempre está la incertidumbre, lo laberíntico de la enfermedad, a pesar de los avances de la ciencia siempre tienen presente el azar y la necesidad. En la obra de David Owen se describen enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno desde 1901 hasta el 2007, recorre la salud de 32 Presidentes con la característica común de la desinformación oficial de sus dolencias y de sus diagnósticos, y el aferramiento permanente más que a la vida al poder, ejerciendo actividades y funciones contradictorias con la necesidad de la atención médica y del descanso.

El brillo del poder, la sensación de transcendencia, el sentimiento de empatía con el pueblo, la necesidad de su presencia, hacen olvidar a estos dirigentes, la fragilidad de su cuerpo y la finitud de su existencia, incluso los hace descuidar su propia salud y la recomendación de sus médicos y familiares.

La enfermedad de la presidenta Cristina se ha convertido como la de muchos jefes de Estado en una referencia regional y mundial. El artículo 88 de la Constitución argentina vigente desde 1994 ha facilitado la lógica transición democrática. El próximo 27 de octubre al margen de lo que suceda con la Presidenta, las elecciones legislativas tendrán lugar. El deterioro del Gobierno ha sido constante, pero es posible que la solidaridad como ocurrió con ella cuando murió su esposo en octubre del 2010 que le permitió ser reelecta con un amplio apoyo, pueda traerle votos que no esperaba. Sin embargo todo indica que el Gobierno perdería la mayoría en el Congreso y esto imposibilite la reforma constitucional que Cristina impulsaba para una tercera presidencia.

El tema de las enfermedades y el poder tiene una abundante literatura en América Latina luego de las situaciones del expresidente Lula, Fernando Lugo, la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, y el presidente Santos, en estos casos los gobiernos informaron adecuadamente. Pero es situaciones como la de Fidel Castro, Hugo Chávez y ahora Cristina de Kirchner la información no ha sido oportuna ni completa. Por eso escribimos en su oportunidad el Cisne Negroreferido al cáncer de Hugo Chávez y la enfermedad de los líderes mesiánicos, así recomendamos el libro de Pier Accoce y Pierre Rentchnick "El poder, los hombres y las enfermedades"; de Enrique Krauze "El poder y el delirio""Las hemorroides de Napoleón", de Phil Mason; "Enfermos de Poder", del argentino Nelson Castro.


domingo, 8 de septiembre de 2013

"Estado delincuente" del libro del mismo título publicado por Marcos Tarre y Carlos Tablante

El Universal 8/9/2013 - Sección Expediente por Francisco Olivares

Resulta complejo explicar por qué Venezuela en cuestión de 14 años pasó de tener índices de criminalidad envidiables para el continente, de menos de 20 asesinatos cada 100 mil habitantes, a una tasa de 73 asesinatos, ocupando uno de los índices más altos del mundo para llegara en 2012 a 21.692 homicidios de acuerdo a las cifras manejadas por el Observatorio Venezolano de la Violencia.


A juicio del escritor y experto en seguridad, Marcos Tarre, los altos índices de criminalidad presentes hoy en la vida venezolana están relacionados con el auge del crimen organizado en una siniestra ecuación que se origina en la corrupción, que deviene en el fortalecimiento del crimen organizado y que a su vez genera entre 34% a 55% de los homicidios que se cometen en el país. "En Venezuela no tenemos situaciones extremas como los carteles mexicanos de la droga, pero tenemos índices delictivos más altos que México. A su juicio detrás de eso está la corrupción, que el sociólogo y experto en temas de violencia, Roberto Briceño León, atribuye a la ausencia de instituciones y a la falta de autonomía de los Poderes Públicos, entre otras causas. Para Marcos Tarre, en Venezuela hay una aceptación social del tema de la corrupción. 



Carlos Tablante, quien se ha ocupado del estudio del crimen organizado en Venezuela precisa que en los barrios de las principales ciudades del país existe una economía subterránea que se mueve con capitales ilícitos relacionados con el tráfico de drogas, el secuestro, la extorsión, el sicariato. Estas organizaciones delictivas se disputan el control de los territorios, el control de las actividades ilícitas y el dinero que mueve. El enfrentamiento permanente entre ellos generan una situación de violencia que nuestras estimaciones indican que aportan 40% de los homicidios en el país. 



Ambos expertos: Carlos Tablante y Marcos Tarre, acaban de publicar un libro con el título de "Estado delincuente" que contiene un amplio estudio sobre el crimen organizado. El libro, cuya primera edición desapareció "misteriosamente" de las librerías apenas horas de haber sido distribuido, acaba de ser entregado a las librerías en su segunda edición. 



Allí exponen que, al lado del rol que ocupa la corrupción en esa ecuación de violencia, otro factor que ha propiciado la expansión de la delincuencia organizada deriva de la tolerancia y hasta complacencia gubernamental frente a la existencia de grupos irregulares armados en Venezuela tales como las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Liberación (FBL) o los llamados colectivos como La Piedrita, Carapaica, y otros grupos de base que tras la cara política controlan los mercados locales de la droga , tráfico de armas, secuestros y extorsión.



Para Tablante toda esa actividad también se sostiene gracias a que tenemos "un Poder Judicial tomado por la delincuencia organizada. Los juicios, los tribunales, las instancias del Poder Judicial tienen tarifa". Aclara que si bien es cierto que la hegemonía gubernamental del Gobierno sobre el Poder Judicial, se buscó en el plano ideológico y político, ella se transformó en una hegemonía de la corrupción. 



Destaca que resulta irónico que el mismo presidente Maduro, quien ha estado 15 años en los puestos más altos de Gobierno, esté hablando de crear leyes especiales para frenar la corrupción, cuando son precisamente ellos quienes han estado a cargo de la tesorería, de la hacienda pública y de los bienes del país. 



"Como no ha habido separación de los poderes, esa corrupción ha ido permeando en todas las instituciones y es lo que nosotros definimos como un "Estado delincuente". Es decir, ya no es un Estado paralelo, no es una Estado dentro del Estado, sino que las redes de la corrupción han avanzado y se han extendido en esa especie de hegemonía de la corrupción que se ha adueñado del Estado y que tiene el control de las principales instituciones del Estado". 



Armas y crimen organizado



El "Estudio Global de Homicidios 2011" de la ONU, en el capítulo relacionado a armas de fuego, establece la conexión que existe entre el uso de las armas y las organizaciones delictivas. A nivel mundial el informe estima que 42% de los homicidios del año 2010 se cometieron con armas de fuego. En Latinoamérica ese porcentaje es superior 70% pero en Venezuela la cifra asciende a 88% de homicidios con armas de fuego. Esa cifra está vinculada al crimen organizado y puede precisarse al tomar algunas características como el número de disparos que se le hace a la víctima, la parte del cuerpo que se busca afectar o el tipo de arma utilizada.



Las crónicas policiales que se publican en los medios han dado cuenta de esa realidad como: "un presunto confidente de cuerpos policiales fue muerto de 60 disparos en la cara". Según los autores de "Estado delincuente" tales hechos muestran ciertos "ritos" propios de las bandas delictivas.



Una cifra tomada de Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (Inosec) indica que en 45% de los homicidios con armas de fuego, las víctimas recibieron más de 3 disparos, haciéndose regular en el último año homicidios con 50 y 60 disparos. 



Otros indicadores lo constituyen delitos como el secuestro y el sicariato los cuales han aumentado sustancialmente en los últimos años. En cuanto al secuestro en el que hay un gran porcentaje que no es denunciado por las víctimas ante las autoridades, de 67 casos denunciados en el año 2000, se pasó a 686 en el año 2010. Asimismo los delitos como enfrentamiento entre bandas, enfrentamiento con las autoridades y venganza, muy relacionados a las bandas organizadas, cubren 42% de los homicidios.



Un dato muy llamativo que indica la ineficiencia del Estado para controlar a las bandas organizadas se da por ejemplo en el tráfico de drogas. A pesar de que en Venezuela ha habido un incremento sustancial en el decomiso de grandes cargamentos de droga, tenemos que por posesión, en el que la mayoría son solo consumidores, fueron detenidos en el año 2010, 17.590 personas, en tanto que por tráfico de drogas solo se realizaron 32 detenciones. Ello explica la ineficiencia del Estado para castigar al traficante y cómo el traficante, que es quien tiene el poder económico, es el que tiene la capacidad de comprar la justicia. Para Carlos Tablante "ellos compran la impunidad y no les llega la justicia". 



Boliburguesía y corrupción



En el ámbito internacional existe una clara percepción de la corrupción como un mal asociado a la delincuencia organizada. Transparencia Internacional, organización no gubernamental que tiene su asiento en Berlín, en su último informe mundial sobre "índice de percepción de la corrupción de 2011" al hacer una evaluación sobre 182 países, ubica a Venezuela en el puesto 172 compartiendo honores con Burundi y Guinea Ecuatorial como los países más corruptos del planeta.



Señala Marcos Tarre que en los últimos 14 años, además de que se ha consolidado una delincuencia organizada que podríamos llamar tradicional, existe otra que se ha hecho muy poderosa. Esta última es propiciada por la corrupción y el deterioro institucional. Han aparecido nuevas formas de organizaciones delictivas surgidas de las políticas de controles económicos como el control de cambio, o regulaciones como el contrabando de gasolina, el contrabando de productos subsidiados como la cabilla y el cemento etc. Se han fortalecido organizaciones delictivas ligadas al Estado y ha formado una nueva clase poderosa.



Refiere Carlos Tablante que en Venezuela se ha ido construyendo un "Estado delincuente" que es más poderoso que el Estado constitucional. Asegura que "la red de corrupción que sustenta a ese Estado delincuencial, ha asumido el control de varias áreas, pero en especial, de las finanzas públicas, las cuales ha privatizado por la vía de la corrupción".



Tales redes de corrupción tienen su expresión en los nuevos grupos económicos surgidos en una especie de mestizaje en donde los negocios ilícitos se han ido ligando cada vez más a los negocios lícitos. Y ese mestizaje ha dado lugar a una nueva clase que ha tomado distintos nombres como la "boliburguesía" o los llamados "bolichicos", estos últimos quienes hicieron grandes negocios a partir de la crisis eléctrica. Estos seudos empresarios han sido promotores de la revolución en una suerte de capitalismo de prebendas, acota el autor.



Escándalos que no se resolvieron



En el libro se recogen ejemplos de los negocios que se hicieron desde el Gobierno y que nunca fueron investigados, tales como el de Bariven con la importación de alimentos que se pudrieron por traerlos con fechas de vencimiento próximas, sin garantía y con sobreprecios. El caso del maletín con dólares en efectivo enviados por el Gobierno para la campaña de Cristina Kirchner nunca se investigó. Makled y su red de funcionarios y militares comprados. Igualmente describe cómo funcionarios que tienen la discreción de asignar las divisas facilitaron lo que el propio ministro Jorge Giordani denunció cuando dijo que descubrió que 20 mil millones de dólares fueron importaciones ficticias de empresas de maletín. Una denuncia del propio ministro de la que no hay responsables a pesar de que el Gobierno maneja en detalle la información sobre las personas y las empresas fantasmas.



Como ejemplo de impunidad, el libro menciona el caso de Alejandro Andrade, ex tesorero nacional, cuyo nombre no aparece en ninguna de las investigaciones realizadas con las operaciones cambiarias, y los bancos quebrados, a pesar de haber sido uno de los principales responsables de las finanzas públicas. "Se trata de un ex funcionario de origen humilde, súbitamente convertido en un ostentoso millonario". La estructura de negocios con bonos, con notas estructuradas, produjo enormes ganancias derivadas del diferencial del dólar oficial y el dólar paralelo, con los dineros del Estado, con los depósitos que recibían de parte de Andrade quien estaba a cargo de la tesorería y a su vez era presidente de Bandes y Banfoandes. Con los depósitos gubernamentales se compraron compañías de seguros, medios de comunicación y otras propiedades. Esas actividades no se pueden realizar sin el entramado y complicidad necesaria del el alto funcionario del Gobierno que maneja el dinero, indican los autores.

jueves, 5 de septiembre de 2013

PDVSA - Meritocracia vs. Ideolocracia e Ineptocracia


Pocas veces en la historia mundial hemos visto a un gobernante destruir de un plumazo a una de sus mejores reservas humanas. Me refiero a la gente que trabajaba en Pdvsa. 

Se trataba de un grupo especialmente capacitado, que tenía más de 15 años en promedio de conocimientos y experiencia al servicio de una actividad productiva y que había sido capaz de transformar a Pdvsa, no sólo en la segunda mayor empresa petrolera del mundo entero (sólo superada por Saudi Aramco de Arabia Saudita), sino que además estaba a la cabeza del mundo petrolero en una serie de indicadores que mostraban sus excelentes niveles de productividad.

Mientras Pdvsa estuvo inscrita en la Seccurities and Exchange Commission todas sus cifras -al igual que las demás empresas que colocaban acciones o valores en EEUU- eran auditadas por esta organización conocida como la SEC. Pdvsa, desde luego, no colocaba acciones en el mercado pero sí colocaba bonos en Estados Unidos y de allí la necesidad legal de estar inscrita en la SEC.

Ahora bien, al comparar los Balances y Estados Financieros de las mayores transnacionales petroleras, resulta que para 1998 se evidenciaban que Pdvsa tenía menores Costos y Gastos vs Ingresos Totales que compañías como Exxon, Chevron, Texaco, Shell, BP, Mobil y Amoco. Esas otras empresas son precisamente las que se conocían como las "siete hermanas" tan criticadas por las izquierdas mundiales: ¡Nosotros estábamos por encima de esas empresas!

También Pdvsa tenía mayor Utilidad en Operaciones vs Ingresos Totales que cada una las "siete hermanas" e igualmente tenía mayor Utilidad Neta vs Ingresos Totales que todas ellas.

Pero hay mucho más. En materia de Indicadores Financieros Pdvsa estaba a la cabeza del mundo petrolero. Teníamos el mejor Índice de Solvencia (Activo Circulante vs pasivo Circulante) y el menor Índice de Endeudamiento medido en todas sus formas, ya sea como Pasivo Circulante vs Patrimonio NetoPasivo Total vs Patrimonio NetoPasivo a Largo Plazo vs Patrimonio NetoPasivo a Largo Plazo vs Activo Fijo

Teníamos con mucho el mejor Índice de Solidez (Total Activo vs Total Pasivo) entre todas las grandes transnacionales petroleras del mundo. Era además Pdvsa la segunda empresa con mejor Índice de Rentabilidad (Utilidad Total vs Activo Total), sólo superada en esta área por Amoco.

Entre todas las grandes transnacionales petroleras reportadas por el SEC, éramos la que tenía mayores reservas de crudo, mayores reservas de gas, mayor producción de crudo, la quinta con mayor producción de gas, la cuarta con mayor corrida de refinación y la quinta con mayores niveles de venta de productos.

Pdvsa era pues una tacita de plata. Pero un buen día en cadena nacional el presidente Chávez decidió tomar un pito y ... Prrrrr empezó a despedir a sus gerentes. "Señor ... muchas gracias. Ud. está despedido". Aquello desató una tormenta dentro de Pdvsa. El propio Chávez reconoció después ante la Asamblea Nacional en su Informe Anual y Cuentas, frente a todos los embajadores acreditados en Venezuela que aquellos problemas los había causado él mismo, porque "era necesario". Planteó el símil de una colina militar que "había que tomar". ¡Después, pasó todo lo que pasó!

Al final de aquellos eventos, cerca de 22.000 trabajadores -que como antes dije tenían 15 años en promedio trabajando para la industria- habían sido despedidos. ¡Se lanzaron al cesto de la basura unos 330.000 años de experiencia y conocimiento!

No es de extrañar que hoy en día Pdvsa se encuentre en la situación en que se encuentra. No son de extrañar tantos accidentes. No se están cumpliendo con los planes de mantenimiento. Antes Pdvsa ostentaba el récord de menor número de accidentes en el mundo petrolero por hora hombre trabajada. Ahora creo que ostenta el récord inverso.

Para colmo, existen dudas acerca de si los daños de los accidentes están siendo cubiertos por seguros. Se habla de una nueva aseguradora llamada Swiss Brokers (que según medios especializados pertenece a rusos) y de otra llamada Étoile cuyos dueños, dicen esos medios, son libaneses (¿Será verdad?)

De haberse cumplido los planes de inversión que existían, hace tiempo que deberíamos estar produciendo por encima de los 5 millones de b/d. Según la OPEP producimos 2,4 millones.

En Pdvsa desaparecieron los conocimientos y el mérito (meritocracia). Ahora está inundada de ideología (ideolocracia) y de ineptitud (ineptocracia).