domingo, 17 de abril de 2016

Venezuela: Guerra política, jurídica e institucional

Por José Vicente Rodríguez Aznar - El Universal - 17/04/2016 

La semana pasada escribí algunos comentarios sobre la inconstitucionalidad declarada por la Sala Constitucional a la Ley del Banco Central de Venezuela aprobada por la Asamblea en marzo del presente año. Se me ha pedido que los amplíe, lo que hago a continuación.
En las elecciones parlamentarias del pasado 6-D triunfó la oposición con una mayoría del 67% de los diputados de la Asamblea Nacional, despojando al oficialismo del predominio mantenido en los últimos años. El Ejecutivo Nacional todavía no ha asimilado esta realidad e intenta apoderarse de funciones de la nueva Asamblea, con el apoyo de los demás poderes, en especial, del Tribunal Supremo de Justicia. Sirve de ejemplo lo ocurrido con las recientes leyes del BCV.
El Presidente Maduro en fecha 30-12-2015, al conocer la nueva composición de la Asamblea, hizo un último uso de la Ley Habilitante faltando apenas 24 horas para que ella feneciera y tan solo cinco días para que se instalara el nuevo Parlamento, modificando la Ley del BCV que él mismo había dictado el 19-11-2014. Esta modificación despojó a la nueva Asamblea de funciones que antes tenía, traspasándoselas al Ejecutivo. Veamos:
a) Eliminó la atribución de la Asamblea de ratificar, con el voto de la mayoría de sus miembros, la designación del Presidente del BCV efectuada por el Presidente de la República. Lo mismo ocurre en caso de su falta absoluta.
b) Eliminó la facultad de la Asamblea de designar dos Directores del BCV, mediante el voto de la mayoría de sus miembros.
c) Eliminó la obligación del presidente del BCV de comparecer ante la Asamblea para rendir cuentas de su gestión.
d) Introdujo la facultad del BCV para financiar déficits fiscales, la cual está expresamente prohibida por la Constitución
e) Introdujo la autorización al Directorio del BCV para suspender transitoriamente la publicación de información estadística, cuando así lo requiera el Presidente de la República.
La Sala Constitucional analizó la Ley aprobada por la Asamblea, la comparó con la Ley dictada por Maduro en 2015 y la declaró inconstitucional. Entre sus motivaciones destacan que la Asamblea incurrió en desviación de poder en contra la autonomía de los poderes públicos; que la nueva mayoría parlamentaria tuvo el propósito de ejercer el control político sobre el BCV y que la designación de todos los miembros de su Directorio le corresponde solo al Presidente de la República.
Ahora bien, es de observar que la Ley aprobada por la Asamblea es prácticamente la misma que la dictada por Maduro en noviembre de 2014. a la cual la Sala Constitucional no le hizo objeción alguna. El propósito de la Asamblea era retomar las funciones que ya tenía en la Ley de 2014. Si la Sala Constitucional fuera consecuente con sus criterios, los mismos motivos que ha expresado para objetar la Ley aprobada por la Asamblea en marzo 2016, debió tenerlos también para declarar inconstitucional la Ley del 2014 aprobada por Maduro, lo cual no hizo.
Por lo tanto, habría que preguntarse si la Sala Constitucional aplica distintas interpretaciones de la Constitución sobre un mismo texto legal, según quien sea el legislador que lo apruebe y el grupo político que domine la Asamblea. Habría que preguntase también cómo queda la seguridad jurídica tan necesaria para nuevas inversiones que reactiven la producción.
Lamentablemente existe en el país una guerra política, jurídica e institucional entre la Asamblea y los demás Poderes Públicos que daña a las instituciones e indigna a la mayoría de la población que rechaza la intolerancia, exige respeto entre las instituciones y desea la convivencia pacífica para el bienestar del país

viernes, 25 de marzo de 2016

Índice Competitividad Urbana - Miami primero, Caracas última (52)

César Tinoco - El Nacional Web - 25/03/2016
Hace pocos días la revista América Economía publicó su Ranking de mejores ciudades para hacer negocios 2016. El ranking se realiza según una herramienta denominada ICUR (Índice de Competitividad Urbana) elaborada por dicha publicación y de su propiedad, que permite ordenar a las ciudades estudiadas de mayor a menor capacidad y/o potencial de negocios.
Se analizaron 52 ciudades, quedando de primera Miami y de última Caracas. Las diferencias más grandes que tuvo Caracas con respecto a Miami se ubicaron en las dimensiones de servicios a ejecutivos (costo y calidad de vida que soportan el sistema de negocios), infraestructura y conectividad física (movilidad terrestre, marítima y aérea dentro y desde y hacia el exterior), poder de marca (conjunto total de activos tangibles e intangibles vinculados en forma directa o indirecta al nombre de la ciudad) y dinamismo económico (creación de riqueza, captación de inversiones, estabilidad económica y caracterización de los mercados de bienes, laboral y financiero).
Tal y como puede inferirse, la pésima gobernanza del país y en particular de la ciudad de Caracas, reflejada en sus consecuencias como la inflación, la recesión, la escasez alimentos, medicinas y dólares, la imposibilidad de convertir la moneda local en divisas y la inseguridad, distancian a Caracas de una referencia comparativa como Miami.
Igualmente, y a principios de enero de 2016, El Nacional nos dio a conocer que esa, la peor ciudad latinoamericana para hacer negocios, es también la primera más violenta en el mundo. El informe de la organización no gubernamental Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, ubica a Caracas como la ciudad más violenta del mundo: 120 homicidios por cada 100.000 habitantes lo certifican.
Ahora bien, ¿Quiénes han sido los gobernantes de Caracas desde hace mucho tiempo? Pues nada y más y nada menos los mismos que hasta diciembre de 2015 fueron mayoría en la Asamblea Nacional: los militantes del PSUV.
En efecto, desde el año 2009 y hasta octubre de 2014, la jefe de gobierno del Distrito Capital, cargo designado por el presidente de la república, fue Jacqueline Faría, famosa por su promesa relacionada con la limpieza del rio Guaire y con su propuesta –más reciente- de hacer colas “sabrosas”. Luego siguió Ernesto Villegas por 7 meses, hasta mayo de 2015. Seguidamente ocupó el cargo Luis Dugarte por 7 meses más, hasta enero de 2016. Finalmente, y desde éste enero de 2016, el cargo de jefe de gobierno del Distrito Capital lo ocupa un tal Daniel Aponte.

La resonancia “macnética” (sic, médicos cubanos dixit) cerebral de un bebe con 28 semanas de gestación, revela un cerebro de menor volumen, con pocos repliegues y engrosamiento de su cortex cerebral, con un electroencefalograma con trazos muy aplanados que muestran "brotes" espasmódicos de actividad, sin frecuencia definida.
Daniel Aponte inició su gestión afirmando en primer lugar, que Lorenzo Mendoza es el responsable del caos económico que vive el país. En segundo lugar, la solución a tal caos –incluida la alta tasa de homicidio intencional- es la siembra de pepinos, es decir, la agricultura urbana, actividad en la que particularmente Hugo Chávez destacó, con sus cultivos hidropónicos y sus gallineros verticales.
Si el destino nos sigue favoreciendo y se mantiene el patrón verificado con los dos fugaces previos nombrados para el cargo (Villegas y Dugarte), Daniel Aponte será otro sietemesino.

miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Cuál Poder Judicial?

Por Gustavo Briceño - ElNacionalWeb - Caracas - 23/03/2016

Nunca en la historia del Poder Judicial de Venezuela había sucedido lo que está ocurriendo: la sumisión abierta de los tribunales a los dictados indicados por el poder ejecutivo. Desde que somos estudiantes de la ciencia del Derecho, nos hablaron, distinguidos profesores, de la separación de los poderes públicos como una manifestación esencial de la democracia, y de la autonomía de los jueces en el desempeño de sus funciones, y como un elemento esencial, lo cual garantiza sustantivamente la independencia de los jueces y magistrados, así como el control sobre los poderes del estado. Sin separación de poderes no hay democracia, y sin democracia no hay  libertad. Constatamos pues, una autocracia actualizada cuyo único y esperado fin es el control del ciudadano en todas sus fases y consecuencias. La pregunta que nos invita las anteriores frases es la siguiente: ¿Qué consecuencias tiene que los jueces se sometan a los dictados de un poder público o privado exterior a sus funciones? ¿Qué ocurre cuando un juez o magistrado dicta una sentencia deliberadamente influenciada por un poder extraño a sus atribuciones? ¿Hay sanción para el juez o magistrado que materializa determinada y semejante conducta de sumisión? En todo caso, cuando el poder judicial actúa de tal forma, viola los derechos de los ciudadanos y produce como consecuencia una sanción al juez que realiza semejante cometido.
El artículo 25 de la Constitución dice: “Todo acto dictado en ejercicio del poder público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”. La sentencia dictada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que violó las atribuciones de la Asamblea Nacional, fue dictada por funcionarios públicos, lo hicieron en el ejercicio del poder derivado y por la ley y si recibieron órdenes del poder ejecutivo, la consecuencia es que estos jueces o magistrados del TSJ incurrieron en las responsabilidades indicadas en el propio texto constitucional. No existe duda de que las sentencias dictadas por dicha Sala y que han limitado severamente las atribuciones del poder legislativo por parte de los magistrados y contra los derechos de los ciudadanos que sufragaron en favor de la Asamblea Nacional deberán ser sancionados previo juicio, penalmente y administrativamente mas entendiendo que los derechos humanos conculcados son imprescriptibles, lo que implica una indeterminación en el tiempo para juzgarlos y sancionarlos.
La democracia es desde luego un sistema de contrapesos y poderes que deben ser ejercitados en consideración a lo que indique la ley. Pero, así como la democracia permite un sistema basado en la libertad individual, del mismo modo, constituye una actuación que debe estar apegada a la ley, en sus posibilidades, lo que supone que la democracia impone obligaciones intransferibles que les corresponde a los poderes públicos en su ejecución. En el caso de las responsabilidades de los jueces, las tienen y mucho. La jurisdicción administrativa es muy sometida a la ley, entre otras cosas, por cuanto el poder es íntimamente regulado y sometido a controles que el ejecutivo debe dar o conceder prioridad. ¿Que esperamos la sociedad civil para acusar y alertar el abuso de poder comprobado por la Sala Constitucional actual que ha violado la constitución y los derechos de los ciudadanos a tener un poder judicial autónomo y distinguido? El tiempo apremia y la sanción debe imponerse. Así lo creo.


domingo, 21 de febrero de 2016

Venezuela - Seis claves para entender la inseguridad en el 2016

Por Alberto Ray - El Nacional - 21/02/2016
La incertidumbre parece ser el signo de nuestros tiempos, por lo que atreverse a construir pronósticos sobre lo que nos espera durante el 2016 en términos de inseguridad resulta aventurado, pues siempre nos podemos quedar cortos frente a la desproporcionada realidad en la que vivimos.
De por sí, la incertidumbre es sinónimo de inseguridad. Que no tengamos referencias ciertas sobre aspectos básicos de nuestras vidas, como lo es conseguir alimentos o tener acceso a la salud, eleva el nivel de riesgo en el que vivimos. En un ejercicio de anticipación, voy a destacar seis aspectos que van a dibujar el mapa de los riesgos en Venezuela y que, sin duda, tendrán un efecto importante en nuestra calidad de vida en los próximos meses.
No se trata de aumentar la paranoia con la que a diario vivimos. Suficientemente amenazados estamos para agregar más presión a nuestra ya mermada supervivencia, pero vivir más seguros requiere que nos informemos y estemos conectados con el entorno, de poco sirve aislarnos como el avestruz, si nosotros y nuestras familias nos toca confrontar como rutina la violencia en la que estamos sumergidos. 
Les muestro aquí las claves para entender la inseguridad en el 2016:
El peligro de la calle: la vía pública se ha convertido en el escenario principal de los delitos en el país. Ocho de las cincuenta ciudades más peligrosas del mundo están en nuestro territorio, incluyendo a Caracas en el primer lugar. Desde robos a peatones y conductores, hasta secuestros y homicidios, todos tienen como denominador común el espacio urbano. Transitar desprevenidos e inconscientes del entorno y sin medidas mínimas de protección lo convierten en la víctima perfecta. Gente caminando por la calle hablando por un celular que cuesta veinte o treinta salarios mínimos es un ejemplo que veo a diario. Por otro lado, las salidas nocturnas no pueden ser un tour por la ciudad. Planifique sus recorridos, no pierda tiempo innecesario buscando direcciones o tanteando un restaurante donde cenar, tenga clara su ruta y ubicado su destino.  La nocturnidad es por excelencia el espacio y el momento preferido por la delincuencia. De noche nuestras posibilidades de acción son menores y tenemos menos recursos disponibles. Dos variables necesarias para ser víctimas del delito es estar en el momento inoportuno y en el lugar incorrecto. ¿Por qué poner gasolina de noche cuando lo podemos hacer a plena luz del día?  Otro aspecto clave en la calle es no derrochar lujo. Vivimos entre tantas amenazas que hasta las más mínimas señales de estatus te pueden transformar en una víctima. Aprendamos a ser humildes al hablar y al actuar. Moderemos las palabras y la información que compartimos.

Extorsiones por todos lados: un delito que está aumentando a pasos agigantados es el de las extorsiones telefónicas. Son comunes las llamadas a celulares advirtiendo que planean hacerle daño a usted o a algún miembro de su familia, y si no paga una suma de dinero cumplirán su amenaza. Estas llamadas no deben tomarse a la ligera, debe actuarse con firmeza para que no se repitan. Algunas medidas de prevención y protección pueden ser no atender llamadas de números desconocidos, no responder a preguntas que le hagan en encuestas en las cuales puedan obtener información personal, tratar con celo los datos personales y entrenar a nuestra familia para que haga lo mismo. Si usted recibe llamadas o mensajes de texto amenazadores no responda. Si las amenazas son insistentes desconecte temporalmente su línea celular y contrate una nueva. Anote los números desde los cuales está recibiendo las extorsiones y denuncie ante las autoridades que están habilitadas y capacitadas para actuar en estos casos (Principalmente el CICPC División contra Extorsión y Secuestro y la GNB Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro). El que paga una vez por una extorsión, seguirá pagando, pues esta clase de delincuencia manipula hábilmente el miedo de sus víctimas, llegando en ocasiones a someterlas psicológicamente. Adicionalmente, este tipo de delito representa un riesgo mínimo para el que extorsiona pues siempre se oculta tras un teléfono convirtiéndose en una amenaza anónima. Si usted está siendo extorsionado no lo mantenga en secreto, busque ayuda.

Todo vale más: en tiempos de escasez e inflación los objetos se revalorizan. Aquello que hasta hace un tiempo era considerado poco menos que basura, ahora recobra su precio y se convierte en un bien deseado, ya sea porque sirve para repuesto o porque simplemente no existen productos nuevos en el mercado. Es así, como desaparecen carros viejos y nuevos, se roban motos para sustraerles los cauchos o las baterías y hasta computadores con diez o más años de uso resultan apetecibles para los más necesitados. No subestime el valor de nada de lo que posee. Asegure lo que tiene guardado en depósitos, closets o maleteros. Tenga un inventario escrito y detallado de sus bienes, no lo deje todo a la memoria. Tenga cuidado especial con piezas como herramientas, electrodomésticos y repuestos consumibles pues todos tienen un alto valor en mercados de segunda mano. De nada vale guardar si usted ni sabe lo que tiene.
Hurto y robo a viviendas: las residencias son también el hogar de nuestros más preciados bienes. Allí acumulamos lo que más valoramos. Hoy en cualquier vivienda se encuentran televisores, laptops, tabletas, celulares, joyas, vehículos, dinero en efectivo, electrodomésticos y en algunos casos hasta armas y municiones. Todo esto representa un botín de altísimo valor para los amigos de lo ajeno. Muy posiblemente, en una vivienda de clase media se consigan hoy más valores que en una agencia bancaria, y con muchísimo menos riesgo para el delincuente. Por tanto, la recomendación es que proteja su vivienda, su familia y sus bienes. Recuerde que lo que tiene usted en su casa es insustituible. En los últimos meses viene ocurriendo un modus operandi en el cual, la víctima de secuestro, al no poder satisfacer las demandas económicas de sus captores, se ve obligada a llevarlos a su residencia, lo que deviene en un riesgo de gran magnitud, pues se pone en peligro el domicilio y al grupo familiar. En estos casos, debe procurarse toda negociación excluyendo la vivienda. Existen maneras de disuadir al delincuente que el hecho de acudir a la residencia implica, de igual forma, un riesgo para él, por tanto, aquello que puede resolverse de manera relativamente sencilla, puede escalar a situaciones en extremo complicadas.
Fraude electrónico: la devaluación de la moneda, aunada a la baja denominación de los billetes, ha hecho poco atractivo y complicado el robo de dinero. La delincuencia se vale ahora de métodos más sofisticados para extraer efectivo de las cuentas bancarias. Engaños a través de correos electrónicos para que la gente suministre su información, el “cambiazo” de las tarjetas de débito en los cajeros electrónicos, fraudes y clonaciones de tarjetas de crédito, suplantación de identidades, transferencias bancarias hechas sin la autorización del dueño de la cuenta, trampas en la venta de objetos a través del comercio electrónico, son apenas algunas de las prácticas más frecuentes de estos delincuentes especializados. Esta nueva tipología del crimen es uno de los retos más grandes que tiene hoy el sistema bancario. Nos corresponde a los usuarios de la banca y el comercio electrónico hacer nuestra parte. Cuida con celo tu información. No suministres tus claves de acceso a terceros, resguarda tus tarjetas de crédito y débito, y lleva control cercano y preciso de las operaciones a través del comercio electrónico. Recuerda que las ventajas de la web son con frecuencia vulnerabilidades que el criminal explota para sacar provecho y ponernos en riesgo. La comodidad es con frecuencia, enemiga de la seguridad.
Infidelidad corporativa y hurto hormiga: la crisis se refleja también en la pérdida de valores entre los empleados de las organizaciones. No me refiero aquí exclusivamente al trabajador de nivel básico con poder adquisitivo muy mermado por la inflación. La deslealtad se hace igualmente presente en supervisores y gerentes, quienes, ante oportunidades de recibir un dinero extra, violan normas en perjuicio de las organizaciones para las que trabajan. Es de mi conocimiento que en los últimos meses ha aumentado de forma importante el número de hurtos en las oficinas. Todo se “pierde”, desde el papel higiénico hasta laptops y celulares. Se trata de la sustracción lenta, progresiva y constante de consumibles, productos, repuestos y mercancías que, al cabo de unas semanas termina afectando la continuidad operativa de empresas y organizaciones. Hace poco supe de un caso en un edificio de apartamentos que un vecino en componenda con un técnico de ascensores, sustrajeron unas tarjetas de control de los elevadores para comerciarlas en el mercado negro, dejando sin servicio a más de cuarenta apartamentos. En este sentido, debe hacerse énfasis en fortalecer la cultura organizacional, desarrollar sentido de pertenencia e identidad y remachar los valores que guían el trabajo y las buenas costumbres. Lo importante aquí es que una minoría sin escrúpulos no actúe impunemente frente a la mirada indiferente de sus compañeros de trabajo.
Quisiera para concluir, destacar que otros delitos ya arraigados en nuestro país seguirán en plena expansión, puesto que las causas que los originan siguen presentes y la acción capaz y decidida del Estado no se manifiesta con suficiente efectividad para cambiar las tendencias. Me refiero a homicidios, secuestros y robo de vehículos por mencionar los más comunes.
Recuerden que prevenir siempre es más barato, efectivo y de efectos más duraderos que reaccionar.
@seguritips

domingo, 7 de febrero de 2016

En rescate del Banco Central de Venezuela

Por José Vicente Rodríguez Aznar - El Universal - 07/2/2016

En la Gaceta Oficial de los días 28, 29 y 30 de diciembre fueron publicadas 40 leyes, de las cuales 17 corresponden a las sancionadas por el presidente Maduro en uso de la Ley Habilitante que fenecía el día 31 de ese mes. Es obvio que ellas fueron aprobadas y publicadas de prisa por el presidente de la República antes que cinco días después se instalara la nueva Asamblea Nacional con amplia mayoría de la oposición.

Entre esas modificaciones están las de la Ley del Banco Central de Venezuela. Como economista conocedor de las que fueron virtudes del Banco Central de Venezuela, no puedo dejar de referirme al caso del instituto como lo he hecho en anteriores artículos en El Universal

El Banco Central de Venezuela desde su creación y por varias décadas, fue reconocido por su objetividad, profesionalidad, imparcialidad y veracidad de sus informaciones. Sin embargo, buena parte de estos atributos han disminuido notablemente en los últimos años debido a la sumisión de su directorio a los dictados de los presidentes Chávez y Maduro.

Varias veces hemos criticado la conducta del directorio por haber convertido al instituto en agente generador de la alta inflación que sufrimos todos los venezolanos, contrariando una de sus funciones básicas como es la de proteger la estabilidad de precios. Igualmente hemos criticado en 2015 el ocultamiento a la opinión pública de las tasas mensuales de inflación, el comportamiento del PIB y los índices de escasez y de desabastecimiento que venía publicando en el pasado. 

En esta oportunidad, solo comentaremos algunas de las modificaciones a la ley del Banco Central de Venezuela efectuadas por el presidente Maduro, las cuales cercenan aún más la ya deteriorada autonomía del instituto emisor al concentrar en el presidente de la República funciones que antes le correspondían a la Asamblea.

En primer lugar, el presidente de la República nombrará al presidente del BCV sin la ratificación previa de la Asamblea, como era antes. 

También designará a todos los miembros del directorio, eliminando la facultad que tenía la Asamblea Nacional de nombrar a dos de ellos. 

De esta forma, estos funcionarios pasan a ser subordinados directos del presidente de la República, condicionando así su independencia de criterio y opinión. 

En segundo término, el Banco Central de Venezuela mantiene como funciones básicas, como debe ser, la estabilidad de precios y preservar el valor de la moneda. Estas son responsabilidades totalmente incumplidas por el actual directorio, sin embargo, a pesar de ello, el Presidente Maduro los ha ratificado en sus puestos. Además en cuanto a la administración de las reservas internacionales, permite que otras instituciones públicas reciban y administren directamente divisas del exterior, lo cual es contraproducente. 

En tercer lugar, la nueva ley establece que cuando el Ejecutivo Nacional determine que existan amenazas a la seguridad nacional o a la estabilidad económica del país, el directorio del Banco Central de Venezuela calificará las informaciones de secretas o confidenciales, dejando de publicarlas. Quizás por ello, anticipándose a esta reforma legal, el Banco Central de Venezuela no publicó en 2015 los datos antes mencionados, pero no porque existiera amenaza a la seguridad o estabilidad económica.

Varios diputados ya han expresado la decisión de modificar la Ley del Banco Central de Venezuela con el propósito de recuperar la autonomía que debe tener el instituto para el cumplimiento cabal de sus obligaciones y responsabilidades constitucionales y también el respeto a las tareas de sus funcionarios.

josevicenterodriguez.aznar@gmail.com

miércoles, 27 de enero de 2016

Sin dólar preferencial

Por Alejandro J. Sucre - El Universal - Venezuela - 24 de enero de 2016

Pedir u ofrecer dólares preferenciales dejó de ser una opción. El flujo de caja operativo de Pdvsa en dólares no alcanza. 

Para evitar una crisis humanitaria, el gobierno debe implementar urgentemente la apertura de un mercado cambiario libre. Esto encarecerá los precios. Por lo que se requieren medidas complementarias para reducir las terapias de shock. 

Para salir de una economía subsidiada y reducir las terapias de shock hay que gerenciar la oferta monetaria y el gasto fiscal de manera muy creativa y eficaz de manera de lograr un mercado cambiario libre y sostenible y a la vez una economía expansiva, aun bajo la presión de la repatriación de capitales reprimidos en las empresas transnacionales. Cabe destacar que en los últimos 55 años, sólo los gobiernos de Betancourt y de Leoni aplicaron en mayor proporción las medidas complementarias que enunciaremos y, como resultado, tuvimos en los años sesenta el país con uno de las tasas de crecimiento más altas del mundo, sin inflación y un mercado cambiario libre. 

Las medidas complementarias 

1.A.- Hacer que las empresas del Estado sean eficientes y además licitar las reservas mineras y otros activos improductivos en manos del Estado. Financiar empresas del Estado y ministerios ineficientes con créditos adicionales y dinero inorgánico, en lugar de corregir sus fallas, es un espejismo; es como lanzar desde un helicóptero billetes como papelillos para que la gente vaya a comprar lo que nadie ha producido. De ahí vienen las colas y la inflación. 

Adicionalmente, para rescatar las empresas del Estado que requieran capital fresco, el gobierno debe reconsiderar nuevos tipos de privatizaciones o asociaciones mixtas con empresarios y trabajadores; más efectivos que las comunas.

Aplicando leyes antimonopolio, se puede evitar que las empresas del Estado que requieran capital privado deriven en monopolios privados como en los noventa (que aunque mejoraron los servicios, cobraban tarifas mas altas que en otros países y frenaban el desarrollo de otros sectores). También se puede lograr que las privatizaciones o asociaciones mixtas sean a su vez más incluyentes que las comunas si el capital se abre también a las cajas de ahorros de trabajadores vía mercados de valores. 

1.B.- Licitar transparentemente las contrataciones de los entes del Estado de manera de lograr que el gasto público sea eficiente y pertinente. 

1.C.- Rescatar al funcionario público. Implantar un sistema de licitaciones transparente y mejorar el resultado de las empresas del Estado depende del desempeño de nuestros funcionarios públicos. A ellos hay que ponerles metas claras, sistemas de compensación por los logros individuales y en equipo y una eficaz contraloría. 

1.D.- No usar la devaluación como ingreso fiscal. La expansión en la productividad debe venir de las eficiencias obtenidas en los entes del Estado y por el sector privado. Cubrir déficit emitiendo dinero inorgánico hace inviable todo sistema cambiario y al mismo país. 

2.- Eliminar el control de precios. Para los especuladores la medicina a aplicar es la ley antimonopolios y no los controles de precios que burocratizan. La especulación puede aumentar los precios una vez y en algunos sectores, pero no continuamente en todos los sectores. Solo el dinero inorgánico aumenta los precios continuamente en todos los sectores y genera inflación. 

3.- Aplicar por igual las leyes antimonopólicas a las empresas del Estado. Permitir a la empresa privada competir con el sector público en todos los sectores. Así no habrán privilegiados ni rezagos burocráticos.

4.- Otras medidas anti-shocks: el gobierno podría mantener un dólar preferencial muy limitado y posponer el tema de la gasolina hasta que los sueldos suban. También podría reestructurar las deudas, canjearlas por activos y hasta acudir a organismos internacionales para fortalecer las reservas. Los socialistas como Tsipras en Grecia lo hicieron.

5.- Mantener las misiones y actualizarlas con profesionales venezolanos. También hay que reducir la delincuencia, mejorar a los profesores y médicos para que la gente pueda aprender, trabajar e invertir. 

lunes, 31 de agosto de 2015

Por una vivienda

En el primer semestre de 2015 se duplicaron los precios de las viviendas en la Gran Caracas.       Por Francisco Olivares - El Universal - Caracas - 30/08/2015  


El propósito de obtener una vivienda propia para una familia de clase media en Venezuela, ha pasado de ser un plan de vida tangible, a un sueño casi inviable para un alto porcentaje de esa población. En enero del año 2015, el promedio del costo del metro cuadrado de una vivienda en el Área Metropolitana de Caracas era de 252.851 bolívares y para junio de este año alcanzaba a 603.368 bolívares, un aumento superior a 100%. 

Esto quiere decir, que el promedio del costo de las viviendas que están en oferta en la Gran Caracas, es de 60 millones de bolívares. El estimado corresponde a las cifras promedio que maneja la Cámara Inmobiliaria Metropolitana de acuerdo a la oferta que existe en el mercado inmobiliario durante el primer semestre de 2015. Un apartamento en la parroquia La Candelaria puede costar aproximadamente entre 40 a 50 millones de bolívares, mientras en urbanizaciones del este, entre 200 y 600 millones, en tanto que otras opciones de mayor nivel, que no se publican, se tasan en dólares.

En el marco de las distorsiones que se han generado en la economía venezolana, la situación de la vivienda registra una serie de factores que hacen muy compleja esta área fundamental para el desarrollo de las ciudades. Aquiles Martini, quien hasta hace poco presidió la Cámara Inmobiliaria y actualmente encabeza la Comisión de Infraestructura y Vivienda de Fedecámaras, identifica una serie de aspectos que han generado la actual situación en los que se suman: la alta inflación, escasez de materias primas, leyes que limitan la inversión inmobiliaria, el déficit en la construcción de viviendas, falta de planificación urbana y las intervenciones sobre promotores y constructores

Un elemento que contribuye a la poca oferta de inmuebles, ha sido también la Ley de Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda aprobada en 2011. En 1998 las viviendas en alquiler representaban 30% de la demanda residencial, mientras que en 2015 es menos de 1%, según cifras que maneja la Asociación de Propietarios de Inmuebles. En la actualidad se procesan 45 mil juicios de inquilinato y 11 mil procedimientos administrativos, la mayoría de las causas es por incumplimiento de pago de los inquilinos y la negativa a abandonar el inmueble. Vale destacar que 65% de los inmuebles de vivienda arrendados en la actualidad se encuentran en sectores populares. 

El déficit

Las necesidades habitacionales, cuando se inicia el gobierno bolivariano en 1999 era de un millón 900 mil viviendas. A partir de 2009, con el programa Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), el déficit llegaba a 2 millones 700 mil viviendas, mientras que para 2015 está llegando a 2 millones 900 mil viviendas. Ese déficit se incrementó, a pesar del gran volumen de unidades construidas entre 2011 y 2014 por el sector público a partir de la GMVV. 

Según explica Martini, al déficit que se arrastraba se le suman las necesidades de nuevas viviendas que se generan por el crecimiento anual de la población en el país que demanda de 120 unidades nuevas por año.

De acuerdo a las cifras oficiales recopiladas por la CIV, basadas en los informes del BCV, INE y Cámara de la Construcción, entre 2011 y 2015, se construyeron en Venezuela 718.414 viviendas. Hay que destacar que ese monto significativo por el aporte de las viviendas construidas por GMVV, incluye lo aportado por el sector privado.

Sin embargo, precisa Aquiles Martini, que a las cifras que ofrece el BCV sobre construcción de viviendas, se fue modificando a partir de 2009 y a la data se le agregaron las viviendas remodeladas que forman parte de programas sociales como Barrio Tricolor, sustitución de ranchos por casas, programas manejados por los Consejos Comunales, con la data que aportan esos organismos. De tal manera que en la cifra no se discrimina ese tipo de programas de aquellas que son realmente nuevas viviendas.

Las estimaciones para obtener la cifra real de nuevas viviendas, de acuerdo a cálculos de la CIV, habría que restar aproximadamente dos terceras partes de la cifra total, lo cual reduciría la cifra en 400 mil viviendas aproximadamente.

Sector privado 

La Cámara Inmobiliaria registra 18 trimestres consecutivos de caída en la construcción de viviendas nuevas del sector privado. De cerca de 70 mil viviendas que construía el sector privado en promedio en años anteriores, en 2014 apenas se lograron construir 15 mil viviendas. Explica Martini que además hay que tomar en cuenta que muchos de los urbanismos que se suman a las viviendas construidas en ese año, ya habían sido desarrolladas en años anteriores y sostiene que en 2015 la cifra de construcción privada será aún más baja. De acuerdo a los registros de la Cámara de la Construcción, la caída del sector en el primer semestre de 2015 es de 25%.

Al revisar los números de la GMVV también se observa una caída a partir de 2014 cuando se construyeron 126 mil unidades (público y privado) mientras en lo que va de 2015 la producción hasta el 28 de julio era de 44.293 viviendas, sumando ambos sectores.

A juicio de Aquiles Martini uno de los factores que generó esta caída en el sector privado, además de la falta de materias primas como la cabilla que proviene de Sidor y el cemento, cuya producción igualmente está en manos del Gobierno, han sido las intervenciones de los proyectos privados y las leyes regulatorias.

Una de estas leyes, la Ley contra la Estafa Inmobiliaria aprobada en 2012, según opina el especialista, parte de la mala fe hacia el promotor y el constructor y contiene una serie de enunciados que hacen inviable la construcción de viviendas. Esta ley regula toda la aparte de construcción de viviendas, los precios, las fórmulas en que se pide el dinero, y hace al constructor el responsable penal de los retrasos que puedan ocurrir, así por ejemplo, tengan su origen en la falta de insumos. 

Según la CIV la falta de insumos también está vinculada a la caída de la producción que ha afectado a Sidor, que de 4,5 millones de toneladas que producía en 2008 cuando no había sido estatizada por el Gobierno, en 214 se reportó una producción de un millón de toneladas, y este año está reportando una caída mayor. Esa caída también ha afectado la producción del sector público.

Precios tope

Otro aspecto que destaca Martini es que se le puso un techo al valor de la vivienda que el Gobierno le reconoce al sector privado, por ejemplo, en el plan "0800 mi hogar" se establece un tope de una banda que va desde 747 mil bolívares hasta un millón 250 mil bolívares. "Obviamente que construir a esos precios a la realidad de hoy resulta inviable" señala. 

Para explicarlo, Martini pone como ejemplo que un ascensor que se calculó a 6,30 por dólar ahora hay que pagarlo a precio del mercado paralelo. Una cabilla que está regulada en 10 bolívares el kilo ahora hay que pagarla en el mercado negro en 10 a 15 veces más del valor regulado. Lo mismo sucede con el cemento, con los componentes para el baño, con los cables, tuberías etc. 

Aún así, partiendo de que existiese una vivienda a un costo de un millón de bolívares, según los precios del Gobierno, un comprador con ingresos medio, podría obtener un crédito máximo de 500 mil bolívares, pero entonces tendría que poner de su bolsillo otros 500 mil bolívares, precisa Martini. 

El tope máximo que presta la banca pública a través de los fondos propios de la cartera de la banca son 3 millones de bolívares. Pero el solicitante debe ganar 15 salarios mínimos, esto es 120 mil bolívares mensuales, y solamente 2% de la población tiene ese salario, según el INE. 

"La vivienda tiene un precio referencial y es el activo más importante de la familia venezolana y la tiende a valorizar o bien en moneda extranjera que hoy es legal o en su valor de reposición. Entonces nadie va a vender su casa en un bolívar si la nueva le va a costar tres bolívares".

Expropiaciones 

El domingo 31 de octubre de 2010, a través del programa "Aló Presidente", el fallecido presidente Hugo Chávez anunció la expropiación de varios urbanismos privados en todo el país que se encontraban en proceso de construcción y preventa. Un informe elaborado por el investigador y experto en políticas públicas en materia de vivienda, Miguel Méndez Rodulfo, explica en un informe elaborado sobre ese proceso expropiatorio que "mediante varios decretos, emitidos en noviembre y diciembre de ese año, se fueron afectando, primero los urbanismos denunciados en la alocución presidencial y luego otros conjuntos, hasta que finalmente sumaron 57 desarrollos los que fueron objeto de esta medida".

"La expropiación comprendió medidas de ocupación temporal de las sedes administrativas de las empresas y multa de 5.000 unidades tributarias. En los hechos, la expropiación significó la confiscación de los lotes de terrenos, edificios de viviendas, áreas comunes, almacenes, depósitos, oficinas, maquinarias, materiales, equipos y vehículos, cualesquiera otros bienes muebles o inmuebles, maquinarias, equipos industriales y de oficina, implementos de trabajo y otros materiales dispuestos para la construcción del desarrollo mencionado" indica el informe del especialista.

Uno de los argumentos expuestos por el Presidente Chávez, era que: "Esos desarrollos están paralizados y la gente ya pagó, ahora nosotros expropiamos, vamos a terminarla, vamos a readecuar los precios, vamos a multar estas empresas y vamos a entregarlas". En su intervención expresó: "Ordené a la Fiscalía General de la República, para que actúe de inmediato contra las empresas involucradas en las estafas, congele cualquier bien o cuenta bancaria, para evitar su movilización y garantizar que las personas que han depositado sus recursos puedan recuperar su dinero".

El informe de Méndez indica que la mayoría de los urbanismos estaban avanzados en 75% y los compradores de esos conjuntos habrían de esperar al menos un año y medio para finalmente recibir su vivienda. 

En junio de 2014, muchos propietarios de la clase media y media-baja, con opción para adquirir vivienda en los urbanismos intervenidos, entre 2010 y 2013, introdujeron un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia solicitando la acción de nulidad de la Resolución 061. Dicha resolución afectó a 20 mil familias de todo el país. Actualmente se espera el dictamen del TSJ, indica el informe.

sábado, 1 de agosto de 2015

¿Dónde están los millardos?

Por Fernando Luis Egaña - El Nacional - 01/08/2015
Según los reportes oficiales de Pdvsa, sus ingresos en dólares en los años 2013-2014, suman la cantidad de 262.765 millones de dólares. Es decir, un poco más de 262 millardos de dólares. En el 2013, 134,4 millardos de dólares, y en el 2014, 128,5 millardos de dólares. Para tener una aproximación comparativa de lo que esto significa, 262 millardos de dólares sería el equivalente de las exportaciones de Chile durante casi tres años y medio, de las exportaciones de Colombia durante cuatro años y medio, y de las exportaciones de Perú durante seis años. Países que, bien se sabe, tienen una situación económica positiva, con sólido crecimiento, muy baja inflación, importantes inversiones extranjeras y pleno abastecimiento.
Ojalá y el asesor económico de Maduro, el español Alfredo Serrano, autor, por cierto, de un libro titulado El pensamiento económico de Hugo Chávez, pudiera explicar cómo es que con 262 millardos de dólares de ingresos de Pdvsa, solamente en los años 2013 y 2014, el país está como está: con la inflación más alta del mundo, con escasez generalizada y creciente de todo tipo de productos básicos, comenzando por alimentos y medicinas; con una recesión económica que se transmuta en depresión, con una desbarajuste cambiario brutal que genera un empobrecimiento brutal, con una parálisis absoluta de inversiones extranjeras y con unas perspectivas que son todavía más ominosas. Todo eso, repito, con 262.000 millones de dólares en ingresos de Pdvsa entre el 2013 y el 2014, y sin contar los ingresos del 2015.
Los voceros de la hegemonía, comenzando por Maduro, explican esta situación con el cuento de la “guerra económica”. Pero uno se pregunta: ¿qué guerra es esa que permite ingresos por 262 millardos de dólares en apenas 2 años? El ex ministro Giordani tiene otra explicación, no muy técnica, pero acaso más persuasiva: la raspada de olla. En pocas palabras, la hegemonía despótica y depredadora que lleva años en el poder, está siendo más depredadora que nunca. En esas coordenadas debe ubicarse la explicación de la catastrófica realidad porque, ¿en dónde más?

En la realización de una gran obra de gobierno no pueden estar esos 262 millardos de dólares, porque no hay realización de una gran obra de gobierno y, ni siquiera, de una modesta obra de gobierno. El deterioro de Venezuela en todos los frentes es acelerado y ello incluye a todas las áreas de responsabilidad primaria del sector público. Todas sin excepción. Desde el resguardo de la seguridad pública, pasando por la gestión de las empresas básicas de Guayana, y abarcando el vasto repertorio de funciones gubernativas que la hegemonía fue llevando hasta el paroxismo.
En el mejoramiento de la calidad de vida del conjunto de los venezolanos tampoco pueden estar esos 262 millardos de dólares. La pobreza aumenta, la violencia criminal aumenta, la escasez y la carestía aumentan, el agobio y el temor social aumentan. Y lo que sí debería aumentar, que es el valor efectivo de los salarios, no hace sino disminuir. Con el salario mínimo oficial de Venezuela, si acaso se podrían adquirir 10 dólares. ¿Cómo es eso, pues, que con ingresos de Pdvsa de 262.000 millones de dólares, solamente en los 2 últimos años, sin contar el actual, el salario mínimo del venezolano esté en 10 dólares, y cayendo?
Y para agravar las cosas, a los ingresos que Pdvsa reporta habría que añadir el enorme endeudamiento externo contraído en esos años, y los ingresos tributarios no petroleros. Y para agravar las cosas, aún más o muchísimo más, habría que añadir el agregado de los ingresos a lo largo del siglo XXI, época de la bonanza petrolera más caudalosa y prolongada de la historia, así como también el agregado de la gigantesca deuda externa que se fue contrayendo en esos años, sobre todo desde el 2008.
Y en verdad ¿qué es lo que tenemos? Pues lo que tenemos es una mega-crisis de una dimensión tan profunda y extendida que entra en los terrenos de la crisis humanitaria. No ha debido ni debería ser así, sobre todo en consideración a los cuantiosos ingresos de Venezuela, cortesía del mercado petrolero internacional. Ya Maduro, tan solo en el 2013 y 2014 ha recibido 262.765 millones de dólares en ingresos de Pdvsa. Más de 262 millardos de dólares. ¿Dónde están?

flegana@gmail.com 

domingo, 26 de julio de 2015

La casa grande

Por Leonardo Padrón - El Nacional - Venezuela - 26/07/2015
Tiempo de tormenta. Turno de decisiones. Clima de borrasca y viento. Luz difícil.                     
Desde hace meses no dejo de recibir invitaciones a charlas, conversatorios y tertulias que gravitan alrededor del mismo tema: las razones para seguir apostando por el país, para quedarse y lidiar, para no irnos en desbandada. No es un tema fácil. Es complejo por inédito, por extraño a nuestro hábito, por subjetivo y personal. Es un tema espinoso por el espinoso país que hoy vivimos. Por el caos que nos rodea. Por la violencia de la marea que golpea nuestras certidumbres y ataduras.
Ahora bien, ocurre que habitualmente uno no anda explicando las razones que tiene para no irse de su casa. Uno, simplemente, está, permanece, hace hogar en ella. Construye familia. Teje su día a día. Come allí, duerme en ella, la pasea descalzo, se demora en sus ventanas, erige su biblioteca, pone su música, domestica su almohada, conoce sus ruidos y caprichos. Es el lugar donde pugnas con tus gripes, tus despechos o tus resacas. El espacio donde ocurren tus epifanías y descalabros. Donde más has celebrado la navidad, los pequeños triunfos y cada nuevo centímetro de altura de tus hijos.

Mi casa, si me pongo específico, limita al norte con la fiesta que es el Caribe, al sur con la selva fantástica de Brasil, al oeste con kilómetros de vallenato, cumbia y hermandad y al este con la vastedad del Atlántico y ese litigio histórico, otra vez de moda, que es Guyana. Mi casa tiene el techo azul casi todo el año. Mi casa es un clima de mangas cortas y risa fácil. Mi casa tiene un catálogo de playas irrepetibles. Y si la camino a fondo me topo con la belleza de sus abismos de agua, con la neblina a caballo de sus páramos, con sus árboles redondos, con su sol de tamarindo y papelón. Mi casa tiene 30 millones de habitantes. Tiene un océano de mujeres hermosas, nocturnas y sensuales. Mi casa es una geografía vehemente y delirante. La han llamado Tierra de Gracia, Pequeña Venecia, Norte del Sur, El Dorado, Crisol de Razas, Paraíso Perdido. En mi casa se baila en todas las esquinas, se toma cerveza sin piedad, se coleccionan abrazos, se hace el amor en cada vestíbulo, y se hace el humor hasta el amanecer.
En mi casa está mi infancia, mi ventana y mi lámpara, mi postre favorito, mi carro, mi lista de amigos, mi cine recurrente, mi ruta de librerías, mi estadio de beisbol, mi zona de costumbre y apegos. El sol nace y se pone en mi casa.
Resulta que mi razón de ser, lo que me explica y define,  limita por todas partes con mi casa. Este es el domicilio de mis entusiasmos y obsesiones.
Tengo una vida entera en ella. Y una vida entera es mucho tiempo. Es todo el tiempo. Una vida amueblada por mis años, mis logros y mis mejores fracasos.  
Y sucede que a pesar de todo eso, tengo que explicar por qué no me quiero ir de mi casa.
                                      ***
Generalmente, cuando no llega el agua a mi casa averiguo, pregunto, resuelvo, compro, instalo un tanque. Cuando aparecen filtraciones busco, llamo, persigo al plomero. Cuando la basura se acumula en el depósito reclamo, toco la puerta, hablo con la junta de condominio. Cuando se agrietan sus paredes, cuando se colma de insectos, cuando la cubre el polvo, cuando se trastornan sus aparatos, cuando la polilla ataca, en todos esos casos, no suelo irme, no desisto, no salto por la ventana. Sencillamente, me ocupo. La lleno de atenciones. Busco prodigios que la sanen. 
Sí, en estos tiempos las goteras se han vuelto absurdas, el techo se ha corrompido, el agua sale negra, la luz es escasa, el tronar de las armas eclipsa el bullicio de las guacamayas, la nevera se ha llenado de vacío y nostalgia, a los insectos se le han sumado alimañas impensables. Mi casa es hoy un tesoro arruinado, malbaratado, saqueado. Pero es mi casa. Me cuesta no atenderla. No procurar remedios. No aportar la cal de mis opiniones, la despensa de mis esmeros, el martillo de mi insistencia y su tanto de ética, perspectiva y confianza.
Mi casa está rota. Y yo me sumo a la reparación. No al adiós. Irme es un verbo posible. Tengo derecho a hacerlo. A veces me intoxico de ganas. Pero entiendo que en cualquier otro confín seré un extranjero. Un emigrante. Un nómada accidental.
Es una opción válida, legítima. En ciertos casos, emocionante, y en otros, atemorizante. Es irresponsable juzgar a quien se va. Irse posee el calibre de las desgarraduras. El exilio es una palabra llena de piedras. Quien parte intenta llevarse el peso existencial de la casa. Busca sostenerla desde la distancia. Toda mudanza es incertidumbre y desvelo. Es una acrobacia espiritual.
Hay vecinos que se han ido, otros que están haciendo maletas, ensayando un nuevo idioma, aprendiendo a usar un GPS. Mis hijos se despiden de sus mejores amigos. Mi pareja se despide de sus mejores amigos. Mis mejores amigos se despiden de sus enemigos.
Le pregunto a mi hija de 13 años por qué no se iría del país. Me suelta una ráfaga de sustantivos: la gente, el clima, el idioma, la comida, el paisaje, los amigos. Y agrega algo inesperado: “Me gustaría estar cuando se arreglen las cosas y ver el cambio”. 
                                       ***
Hace poco leí en el blog de alguien un concepto interesante. Decía Daniel Pratt: “migrar es aceptar que tu lugar y tú no pueden continuar juntos, rendirse, asumir que no hay manera de arreglarlo. Tienes que divorciarte, perder, naufragar (…)  Desde el momento que partes eres extranjero siempre, hasta en tu propio país”.
Y, vamos a estar claros, hay mil razones para irse, y quizás solo diez para quedarse. Pero esas diez razones pueden justificar tu vida. 
En estos tiempos los venezolanos estamos viviendo una experiencia inédita. En esta época de ideologías y militancias extremas, el desencanto ha hecho que el país esté advirtiendo el mayor de los éxodos de su historia. Me he topado con la conmovedora circunstancia de ver a una madre hacer todo lo posible por separar a su hijo de ella. Apurándolo para que se vaya a estudiar a Calgary. Lejísimo. Para salvarlo. Para saberlo seguro.
Y, ciertamente, las migraciones son tan antiguas como la especie humana. No debería alarmarnos tanto. Cada ser humano está obligado a vivir sus propios renacimientos.
         Pero la casa no puede quedarse sola. Necesita la atención de sus propietarios. Este extrañamiento, este estupor colectivo, nos hace comprometernos aún más con el momento histórico que estamos viviendo.  
                                               ***   
¿Es este el fin del país? No. Los países no concluyen. Es este un episodio severo. Amargo. Ruinoso. Se habla de la inflación más alta del mundo. De la escasez más pavorosa que hemos vivido. Del corrimiento del sistema de valores. De una violencia sórdida y copiosa que ha convertido al mapa entero en sangre y luto. Así de grave está la casa, así de extrema la inundación. Sí, hacemos agua por todas partes. Los pronósticos del tiempo anuncian sólo noticias oscuras. Entonces, ¿desertamos?, ¿desmantelamos lo que queda? Es una opción, pero ¿realmente queremos renunciar a nuestra casa?
Si esta es la piedra fundacional de nuestros días, ¿qué estamos haciendo para detener su ruina? ¿Basta con el largo quejido que hoy somos? Si no nos involucramos, toca renunciar, incluso estando adentro.  Dejar que otros impongan la ruta de nuestros afanes.  
Es fácil ser ciudadano de un país cuando el viento es benigno, cuando el subsuelo es oro, cuando el peatón ejerce la alegría como contraseña, cuando la comida abunda, cuando el mar es amable y no hay marea alta en el horizonte.
Pero también hay que ser ciudadano cuando el país está enfermo, acosado por la indolencia, atascado en un pantano de errores, cuando es víctima de sus propias contradicciones. El país, nuestra casa mayor, nos necesita en su adversidad, en sus fiebres, en la penuria y la borrasca. Querer a alguien es también lidiar con su infortunio. Si tu pareja se enferma de cáncer, ¿la abandonas?, si tu mejor amigo cae preso, ¿renuncias a visitarlo?; si tu hijo sucumbe a las drogas, ¿le das la espalda?, si tu madre comienza a sufrir de Alzheimer, ¿le sueltas la mano y dejas que camine sola hacia la locura? Supongo que no. Pasa igual con el país. Si los que aquí insistimos no nos comprometemos en buscarle cura a sus desvaríos, en otorgarle coherencia y sensatez, entonces no vale la pena quedarnos.
Los optimistas (dicen que es una raza en extinción en el territorio nacional) saben que toda crisis genera una mina de posibilidades. Repito a  Francois Guizot en su afirmación de que los optimistas son quienes transforman al mundo. La lección ante nuestros errores acumulados ha sido amarga. Pero es hora de responder. De apostar duro. De vivir cada día como construcción. De devolverle a esta tierra de gracia todo lo que nos ha dado, empezando por el derecho a existir y crecer en su aire, en su luz, en su maravilla, maravilla que vamos a devolverle con nuestras ganas de seguir perteneciendo a un gentilicio, de seguir viviendo en la casa grande de nuestra existencia. 

martes, 16 de junio de 2015

PDVSA es otra

Por José Toro Hardy - El Universal - 16/06/2015

La Pdvsa meritocrática llegó a producir 3,7 millones de barriles de crudo por día en 1997, con una capacidad de refinación alcanzaba los tres millones de barriles/día en el mundo, con producción petroquímica de 4,1 millones de toneladas año, una producción de carbón de 5,1 millones de toneladas al año, que producía 4,7 millones de toneladas de Orimulsión y adelantaba el proyecto Cristóbal Colón para el aprovechamiento de las enormes reservas de gas no asociado al Norte de la península de Paria. 

Aquella empresa estaba asociada en Jose con 4 grandes centros de mejoramiento de crudo para la conversión de los petróleos extrapesados de la Faja en crudos sintéticos de alto valor. 

Era una corporación energética global que contaba en Venezuela con 5 grandes refinerías: Amuay, Cardón, Bajo Grande, El Palito, Puerto La Cruz y San Roque; y a nivel internacional contaba con 7 grandes refinerías en EEUU: Lake Charles, Paulsboro, Chalmette, Corpus Cristi, Saint Croix, Lyondelle, Savanah, Sweney, Lemont; contaba con la propiedad compartida de 4 refinerías en Alemania en asociación con Ruhr Oel; tres refinerías en Suecia, Bélgica y el Reino Unido en asociación con Nynas; una refinería en Curazao, además de un centro de almacenamiento Bopec- Borco en el Caribe y una flota de supertanqueros.

De Sur a Norte

Aquella empresa disponía de infinidad de terminales y una red de oleoductos en EEUU que atravesaban ese país de Sur a Norte y a lo largo del Golfo de México. Contaba con cerca de 15.000 estaciones de servicio abanderadas con la marca Citgo, filial que pertenecía 100% a Pdvsa y que llegó a controlar el 10% del mercado interno de combustible en EEUU.

Podíamos llevar el petróleo desde nuestros propios yacimientos hasta los tanques de gasolina de los automovilistas americanos pasando todo el tiempo por instalaciones venezolanas.

Era además Pdvsa no sólo la segunda mayor empresa petrolera del mundo, sino que además éramos la que tenía menor nivel de endeudamiento y mejores índices de estabilidad, solvencia, rentabilidad, utilidad neta, solidez, etc. 

Pero esa tacita de plata fue sacrificada en el altar de la revolución. Hoy es la Pdvsa "de todos" y de ella se benefician todos los cubanos, los nicaragüenses, los haitianos, los bolivianos, los ecuatorianos, los salvadoreños, los dominicanos, los jamaiquinos, guyaneses, los uruguayos, etc. Los niveles de eficiencia de la Pdvsa "de todos" se han venido al suelo. La producción petrolera ha caído dramáticamente y el nivel de mantenimiento de las instalaciones da vergüenza. 

Pdvsa perdió también su misión y su visión. Antes era una empresa petrolera, ahora no sabemos lo que es. Parece más bien un centro de adoctrinamiento asfixiado en un mar de dogmatismo y politiquería. 

Pdvsa es hoy en día responsable de la inflación que padecemos los venezolanos. Con un déficit en su flujo de caja (que algunos estiman en unos 19.000 millones de dólares al año), la única forma de que la empresa sobreviva es con apoyos financieros del BCV, mediante la emisión de dinero inorgánico. Ese dinero se incorpora a través de Pdvsa a la masa monetaria que circula en el país. Es la causa de la inflación que está destruyendo a nuestra economía.



Padecimiento

Ese dinero írrito (por calificarlo de alguna forma) genera demanda de bienes, pero como existe una inmensa escasez, lo que termina logrando es un grave impacto en el nivel de los precios. Es la causa de las inmensas colas que tenemos que hacer los venezolanos cada vez que vamos a un automercado, para salir después frustrados porque no conseguimos los bienes más elementales que requerimos. Ese dinero nos ha llevado a padecer la mayor inflación del planeta. Ese dinero está creando distorsiones de todo tipo que humillan a los ciudadanos. En muchos automercados y redes de farmacias se están instalando captahuellas que es una de las formas de racionamiento más perversas que conoce la humanidad. Se ha llegado al extremo inaudito que para comprar un simple rollo de papel toilette, tengamos que colocar nuestra huella digital en esas máquinas captahuellas, sin que los ciudadanos podamos saber que fin ulterior pretende darle el gobierno a esos archivos de huellas digitales.

Pero peor aún, ante la grave escasez que impera, los bolívares excedentarios se desvían hacia la compra de dólares en el mercado paralelo, contribuyendo así a una espiral indetenible de su valor. Esos dólares, llegan a transformarse en la referencia que tiene que usar el comercio a la hora de estimar el costo de la reposición de sus inventarios. Todo este mecanismo absurdo es causado por la ignorancia y el dogmatismo de quienes hoy en día manejan no solo nuestras políticas públicas, sino además el BCV y Pdvsa.

petoha@gmail.com

@josetorohardy