lunes, 9 de enero de 2012

Si Chávez pierde, no entrega

Si Chávez pierde, no entrega

Por Elides J. Rojas

08.01.2012
03:23 PM


Esta es la frase más escuchada en los ámbitos más duros de la oposición venezolana. Es gente comprometida, gente que va a las primarias, gente que votará en octubre. Gente que enfrenta el autoritarismo y el asalto al que es sometido el país. De eso no hay duda. Es posible que algunos no crean en la salida electoral y, ciertamente, pueden haber muchas razones para no creer en un CNE que más que un poder electoral, es otro despacho de Chávez. Pero eso no es suficiente para dar por perdida la única opción democrática que tiene la población en cualquier parte del mundo. Con problemas y dificultades, pero, más allá de la habladera al estilo Chávez, es el camino.


Si Chávez pierde no entrega. No será así. Falsa premisa. Veamos. Solo dos escenarios son posibles en octubre de este año. Chávez gana claramente, con los ruidos de siempre, los militares molestando, el abuso de poder, las trampas y demás elementos a que obliga la cobardía; pero gana. Pues, señores, a recoger todos los gallos muertos. Más o menos como le tocó a Cardenales de Lara este año. Fuera. Ya se sabe lo que viene. Más de lo mismo. Más de lo que el país ha sufrido estos 13 años. Más sacos de paja y más represión. Más cierre de empresas, más pobres que son los votos seguros del populista y más ruina. En dos platos, se queda hasta que el cuerpo aguante y hasta que el país sea la Cuba que el señor quiere.


El otro escenario implica que Chávez pierde y pierde feo. Sin ninguna duda. Esto significa trabajo, unidad y firmeza, pero es lo que ocurrirá seguramente en octubre. Ni el CNE, ni los militares ni los cubanos pueden contra los votos. Y ha ocurrido. Las tres últimas elecciones hablan de eso. Pero mesa o centro de votación sin vigilancia es trampa segura. Como antes. Sin duda. Si el voto está cuidado, acta en mano, ni el más malandro de los chavistas podrá con eso. Si la oposición no puede garantizar el cuidado de los votos Chávez hará trampa y ganará. Y, efectivamente, eso ha ocurrido. En una elección la oposición tuvo el 32 % de las mesas sin presencia. Eso basta para no reclamar nada. Pero, con las cosas bien hechas, los militares golpistas verán el final de su historia supuestamente democrática. Y si Chávez no acepta la derrota verán el comienzo del fin. Dictador frontal en estos tiempos significa si acaso algunos meses en el poder. Y no solamente eso. Si en este momento muchos de los líderes del proceso tienen su expediente para responder en su momento en tribunales, con un acto de barbarie como ese de que Chávez no entrega la cosa se pondrá más fea para los propios, sus familiares y especialmente para sus fortunas.


En esta época, un desconocimiento de Chávez a un resultado electoral claro, a pesar de los obstáculos, es el camino más rápido a la salida por la puerta de atrás, cosa que ya tiene ganada de todas formas.


Es decir, si se gana en octubre, se gana. Chávez y sus comprometidos socios podrán decir y hacer lo que quieran, pero estarán listos. Eso lo saben. Son maletas, pero tampoco así. Por eso el desespero. Espera ganar con votos y trampa. No con fusiles. Con eso no podrá. Por mucho militar de dudosa reputación que ponga en cargos claves.


Twitter: @ejrl

No hay comentarios:

Publicar un comentario